Teófilo Stevenson: El eterno campeón que aún late en el corazón de su pueblo.

Hoy, 11 de junio, la Isla de la Juventud y toda Cuba se envuelven en el recuerdo de un coloso del boxeo, un hombre que no solo dominó el cuadrilátero, sino que se convirtió en un símbolo de orgullo y grandeza.
Han pasado 13 años desde aquella triste jornada en la que un infarto apagó su vida, pero la luz de su legado jamás se ha extinguido. Stevenson no era solo un pugilista excepcional, sino un defensor del honor deportivo, un hombre que, con su poderosa pegada y su inigualable técnica, conquistó tres títulos olímpicos y tres campeonatos mundiales, hazañas que sellaron su nombre en la historia del boxeo amateur.

Sin embargo, su grandeza no se mide solo en medallas, sino por la admiración y el respeto que aún genera. Hoy, en este aniversario de su partida física, su recuerdo se agiganta en cada golpe, en cada combate, en cada joven que encuentra en su historia un motivo para soñar.

El campeón no ha muerto; su esencia sigue vibrando en el alma de su pueblo. Stevenson es y será siempre más que un ídolo, un eterno símbolo de determinación, orgullo y gloria.

Por Frank Pupo La Rosa
Fotos tomadas de la Red