diciembre 9, 2024 ¿Quienes somos?

12 de octubre: ¿Celebramos o condenamos?

“El 12 de octubre no es el día del descubrimiento,
ni del encuentro, ni de la raza, el 12 de octubre
 es el día de la conmemoración de la
resistencia de los pueblos indígenas”.

Chávez

Día de la Raza… De  la hispanidad… Del encuentro entre dos culturas…. De la resistencia indígena… Del anticolonialismo, o como en diferentes partes del mundo  quieran llamarlo hoy, era celebrado con bombos y platillos en diferentes latitudes el 12 de octubre de 1492, fecha en que los peninsulares decidieron descubrir las tierras americanas, aunque en ellas ya se habían desarrollado monumentales culturas, entonces iniciaron su conquista, devenida en un largo proceso que llevó a la colonización en diferentes modalidades que en nuestro país se extendió por más de cuatro siglos.

Cuando yo cursaba la primaria hace más de seis décadas, los maestros nos indicaban dibujar una bandera blanca con una o tres cruces moradas en el centro simbolizando las traídas por las naves “La Pinta”, “La Niña” y “La Santa María”, componentes de la expedición organizada por el Almirante genovés Cristóbal Colón, que zarparon de tierras europeas en busca de las Indias, y así llegaron al continente americano.

Este año se cumplen 531 años de aquel acto primigenio, y nuestras tierras en su mayoría padecen aún de los males causados por ese “encuentro” con prominencia de las grandes diferencias y la explotación, el saqueo de recursos y la colonización cultural, quebrando el autóctono desarrollo de los que aquí vivían. Definido primero como "Descubrimiento de América", luego como "Día de la Raza", más tarde como "Encuentro de Culturas", la llegada de los hispánicos fue, para los pueblos originarios y para la historia universal, una conquista, una invasión, una masacre.  

Este día, a nuestro juicio, no debía constituir una celebración y sí una condena, respeto  y homenaje a los más de 90 millones de nativos muertos junto a la destrucción de sus culturas que provocó ese horrible fenómeno, causando un gran genocidio que nadie pagó después, por el contrario, el monstruo capitalista naciente se hizo más fuerte con las riquezas americanas y emprendió todo su odio racial contra los pueblos originarios, a lo que no escaparon los aborígenes que habitaban la zona Sur de nuestra Isla y otros sitios nuestro archipiélago.

En la actualidad muchos países no celebran ese día como un descubrimiento, encuentro o identidad de razas, sino como una jornada para fomentar el respeto a los derechos para reivindicar las culturas originarias y la tolerancia de las costumbres acumuladas por cada sociedad, que es lo que realmente debiera haber pasado en aquella ocasión.

Según expresan los especialistas, el poder en América comenzó a recorrer el camino de la aculturación, de la evangelización, la colonización, la destrucción de las economías autóctonas, y todo pasó a ser dominio de los invasores, tanto las riquezas naturales como los hombres, mientras que siglos después se abrieron los procesos de independencia con luchas que recorrieron el continente lideradas por los criollos, aquellos residentes en las colonias fruto del mestizaje entre peninsulares y nativos o con descendientes de africanos, quienes con un creciente sentido de pertenencia a sus nuevas naciones, expulsaron gradualmente a los peninsulares. Los criollos edificaron los Estados Nacionales con una concepción racista del poder local y dejaron fuera a los pueblos originarios, a pesar de lo cual se mantuvieron permanentes luchas de resistencia que aún persisten en muchos países.

Las garras del monstruo del Norte una vez más se afilaron, su ansiedad de riqueza  y poder lo lanzó hacia el Sur, tal como caracterizó Carlos Marx al capitalismo: “…echando sangre y lodo por todas partes”, aún hoy cuando han tratado de adaptar la bicentenaria “Doctrina Monroe” a estos tiempos para lanzarse con sucias y terroríficas políticas extraterritoriales y neoliberales para eliminar las más nobles aspiraciones de nuestros pueblos y despojarlos de los recursos naturales que atesoran.

Más de medio milenio de opresión han conformado una cadena de catastróficas consecuencia, nacidas de un hecho sin precedentes, como fue la llegada de los peninsulares primero, y otros europeos después, a las tierras americanas, con falsas banderas blancas y cruces de paz, armonía, catequización, escondiendo el odio después de la mascarada sonrisa, incentivando el racismo, las grandes diferencias sociales y económicas.

Coincido con el Comandante inmortal Hugo Rafael Chávez Frías que lo identificó como Día de la resistencia indígena, día por la reivindicación de los pueblos indígenas de Venezuela y del mundo, por su cultura y un trato igualitario, en el histórico discurso que pronunció el 12 de octubre del 2006, cuando también expresó que “El 12 de octubre no puede considerarse por nosotros como una celebración, sino como un día de resistencia, condena, exigencia y reclamo por el genocidio más grande que la historia universal haya conocido”.

Día de la resistencia indígena por Hugo Chávez Frías. Discurso 12 de Octubre del 2006.


Por Sergio I. Rivero Carrasco

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