A Cuba, UNIDAD y AMOR

Por estos días se ha multiplicado el estímulo al odio y a la polarización de los cubanos, y es el preciso momento de activar la conciencia, la sangre humilde y sana que corre por nuestras venas para hacernos vibrar con mente positiva frente a tantos males y no corresponder a los propósitos de dividirnos, por el contrario, debe servir de acicate para consolidar la UNIDAD como valor de valores y la que nos ha permitido llegar hasta aquí.

No es posible que alguno en su sano juicio, respondamos de forma positiva al estímulo maligno, bien diseñado y financiado por el Norte, para arremeter con fuerza animal contra los suyos sin tener en cuenta el sexo, la edad o las circunstancias, muchos de los cuales parecen haber estado en el lugar equivocado o simplemente alarmados por situaciones inconcebibles en Cuba.

Si hemos estado más de 60 años con la bota imperial sobre nuestras cabezas insistiendo para matarnos por hambre, enfermedades y pobreza; si tenemos el conocimiento de cuánto han hecho para romper el monolítico abrazo de la mayoría de los cubanos con su Revolución, esa que por primera vez hizo reinar la luz de la enseñanza, el derecho a la salud, el bienestar ciudadano y la tranquilidad social, mellada muchas veces por las carencias que provoca el genocida bloqueo y la implacable persecución; pero que aun así, en medio de situaciones clímax de desabastecimiento, energía, y recursos financieros con graves afectaciones a la familia cubana, optó por la soberanía y forjó tres vacunas y dos candidatos vacunales, e inmunizó a los cubanos de dos años y más, lo cual favoreció al control de la enfermedad en el país con recursos propios. No es posible que hoy lo olvidemos.

Puede ser desplegada la propaganda más feroz, pueden existir cuantiosas ofertas de financiamiento que literalmente puedan atenuar las carencias de algunos, pero lo que jamás debe pasar por nuestras mentes es corresponder a esas oprobiosas ofertas para sacarnos el corazón del centro del pecho y cuál mercenarios despreciables se lo entreguemos al imperio y sus lacayos.

¿Qué hubiera sido de Cuba si la fuerza mambisa mayoritaria se hubiera entregado a España? ¿Qué hubiera sido de Cuba si los jóvenes de la república neocolonial no hubieran enfrentado los gobiernos corruptos y al imperialismo en sus afanes de dominación a nuestro país?

Tampoco podemos imaginar lo que hubiera sido de Cuba si la Generación del Centenario hubiera dejado morir al Maestro en el año del centenario de su natalicio, y no lo hubiera situado en el pedestal de la libertad nacional.

De esos esfuerzos sostenidos por más de siglo y medio de lucha está abonado el pensamiento independentista y antiimperialista de los cubanos, cuando en momentos muy tempranos y anticipados de la historia Patria, el Apóstol lo identificó como Imperialismo y descubrió sus verdaderos intereses hegemónicos en el continente: “Los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las Siete Leguas (…) Es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como La Plata en las raíces de Los Andes”.

Video oficial de la canción: Donde florecen razones, en homenaje a la Unión de Jóvenes Comunistas

En estos tiempos convulsos los cubanos estamos llamados a demostrar con nuestra humilde sabiduría que el talento es imprescindible para vencer las dificultades y avanzar en el camino de fortalecer la UNIDAD para sortear las barreras impuestas por los muros levantados por el bloqueo junto a las trabas creadas en ocasiones por nosotros mismos, que han afectado la economía con las consiguientes consecuencias sociales y políticas.

Debemos todos, como cubanos dueños de nuestro país, aprovechar humildemente los espacios para cambiar lo que limite o disminuya el bienestar deseado en lo socio-económico, político y cultural del país. Enormes son los retos, pero el único camino fácil se torna siempre más difícil, y transitarlo demanda, del bien común, de la voluntad común, de la colaboración de todos sin más escudo que el corazón palpitando en el centro del pecho por el bienestar de la Patria.

Así debemos andar hoy los cubanos, ubicados en poderosa fila, en cuadro apretado, bien unidos como país haciendo valer nuestros irrenunciables principios de independencia y paz, con todo el amor que nos concede haber crecido desde la raíz con el corazón palpitando en el centro del pecho, porque hoy Cuba lo que necesita es que le pongamos mucha UNIDAD y AMOR como el más elemental acto de justicia.

A Cuba, canción de Raúl Torres

Por: Sergio I. Rivero Carrasco