Atilio Borón: “El mundo multipolar es una realidad, pero Trump no lo quiere reconocer”

Randy Alonso Falcón: En el momento de la invasión, justo cuando se dio la invasión. Ahí se radicalizó la Revolución.
Atilio Borón: O sea, dos años y medio después del triunfo de la Revolución. Y él dijo eso a los estudiantes de allá, donde había un grupo muy radicalizado. Nosotros le llamábamos los “termocéfalos”, las cabezas calientes que pensaban que la revolución era algo tan sencillo como tomar una taza de té. No. Y Fidel dijo que las revoluciones son procesos y dijo algo muy cierto: habrá que ver quién aprende más a lo largo de este proceso, si aprendemos más nosotros o aprende más la derecha.
Randy Alonso Falcón: Como nos dijo en sus reflexiones después, que el socialismo había que aprenderlo todavía. Estábamos aprendiendo a hacer el socialismo. Atilio, para un hombre con tantas vivencias −que aparecen en ese libro que ya les recomiendo que busquen, publicado por Ciencias Sociales y disponible en Feria del Libro de Cuba−, con tanta experiencia acumulada y profundidad de pensamiento, cuán fácil se ha hecho decir mensajes en breves palabras, en 140 caracteres o en 280 caracteres, o hablar en un minuto de video en TikTok, o hacer una directa desde pleno Palacio de Convenciones hablando del evento en La Habana. ¿Cómo un intelectual como Atilio Borón se ha convencido de la importancia de dar la batalla también en estos escenarios que son adversos para nosotros?
Atilio Borón: Fidel nos habló tantas veces sobre la importancia de la Batalla de Ideas y nos remitía a Martí: Trincheras de ideas son más fuertes que trincheras de piedra. Es un poco la necesidad de adquirir un cierto protagonismo político que, de repente, no es tan solo hacer campaña en las elecciones, sino día a día, que es lo que yo digo a la gente que me lee y a la que nos está viendo ahora, “conviértase cada uno de ustedes en un guerrillero digital”. ¿Por qué no?, si todos tienen un teléfono, si no hace falta ser un genio. Realmente, ha sido un esfuerzo, porque los académicos estamos exigidos a ser amplios desarrollos, pies de página, notas a cada rato, y, de repente, tú no llegas a la gente. Hay una realidad hoy, Randy: la gente ya no lee como antes, desgraciadamente. Hay estudios que demuestran el rechazo. O te leen en el celular. Y no es lo mismo leer este libro en un celular que leerlo hojeando. ¿Qué hacemos? ¿Nos refugiamos en la vieja cultura o vamos a salir a dar la batalla en las redes sociales como tenemos que darla ahora? Porque no es una batalla que está perdida, cuidado con pensarlo, que ellos tienen las redes sociales, las manejan. No, no. Es todavia un terreno en disputa. Mira lo que ha pasado con DeeDz, con TikTok; lo que está pasando con WeChat, la alternativa china a WhatsApp. Yo la tengo, ahora me cuesta, le digo a los amigos “oye, ven, que es por el WeChat”. El factor, la inercia del saber establecido, de la convención establecida, es tan grande y, de repente, habiendo una red que no tiene los problemas de WhatsApp, que no tiene toda esa maquinaria de extracción de datos que tiene WhatsApp, la gente de a poco está tratando de meterse y yo los estímulo a que se conviertan en guerreros digitales.
Randy Alonso Falcón: Es parte también de la batalla cultural. Nos han impuesto patrones, maneras de hacer que ahora, además, son reforzadas. Porque, como decía, quienes estaban sentados al lado de Trump o detrás de Trump eran los grandes varones de las tecnológicas, los grandes multimillonarios que han impulsado las tecnológicas y que van a tratar de beneficiarse todo lo posible de estos cuatro años de mandato de Trump. Por lo tanto, la batalla contra los algoritmos, la batalla contra las imposiciones de esas tecnológicas, también tiene que ser una batalla diaria de quienes tenemos que cambiar este mundo.
Atilio Borón: Claro. Y no solamente la diligencia, no solamente esperar que lo hagan los líderes del Partido, del Comité Central; no, tú, cualquiera. Digamos que tienes un ideal comunista, que crees que el capitalismo es incorregible, que tenemos que ir hacia un mundo poscapitalista, que tenemos que empezar aunque sea en Sudamérica a elaborar estrategias de construcción de un protosocialismo, lo cual no es una locura. Dime por qué sería imposible a un país como Brasil avanzar en el terreno de la socialización de la medicina. Es posible, se puede hacer. Obvio, vas a tener una oposición fenomenal a desarrollar una industria farmacéutica local. Cuba lo hizo, ¿por qué no lo puede hacer Brasil? ¿Por qué no lo puede hacer Argentina? Falta de voluntad política. No es que no haya talentos allá, no es que no haya recursos. Ustedes lo han hecho. El caso de Cuba es extraordinario, porque en medio de bloqueo, con todas estas restricciones, lograron cinco vacunas contra la covid. Nosotros tuvimos que comprar la vacuna de la Pfizer, que ahora resulta estar en un juicio, porque han hecho un fraude gigantesco. Pero de eso no se habla por lo que tú dices, los medios.
Los medios no solamente ocultan temas, sino que instalan temas que les interesan y van desviando a la opinión pública de alguna manera hacia votar por personajes como Bolsonaro o Milei. Pronto será la elección en Ecuador, que es crucial, porque Ecuador ha caído en manos de una mafia de lo peor. Hay que dar batalla en los medios de comunicación. Tenemos un pequeño espacio ahí, pero, sobre todo, con las redes sociales tenemos grandes posibilidades y hay que hacerlo sistemáticamente. Yo me acostumbré. Si te dicen “un minuto”, bueno, pues en un minuto tienes que mandar el mensaje; mañana mandas otro o después mandas otro. Pero no podemos resignarnos.
Randy Alonso Falcón: Lo importante es dar la batalla, seguir en combate. Como decimos nosotros todos los días, y Atilio Borón es un ejemplo de eso. Por eso, para nosotros siempre es un placer que cuando venga a La Habana nos guarde unos minutos, pueda llegarse hasta nuestro estudio y hablar de estos temas. Por supuesto, también seguiremos publicando sus escritos en Cubadebate. Seguiremos compartiendo en las redes sociales sus reflexiones, que nos ayudan a comprender el complejo mundo en el que estamos y el papel que tenemos los revolucionarios en trabajar por transformar el mundo.
Muchísimas gracias, Atilio, por estar nuevamente con nosotros y, sobre todo, por seguir dando todos los días esa batalla con la constancia con que lo haces.
Tomado de Cubadebate