mayo 23, 2025 ¿Quienes somos?

Cuba en Datos: Actores que configuran la economía nacional

La cantidad de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) privadas en Cuba aumentó durante el primer trimestre de 2025 en un 3.4% con respecto a los tres últimos meses de 2024, de acuerdo con el informe Organización institucional. Principales entidades, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

En diciembre pasado, el total en la comparativa trimestral había disminuido un 2.35%, lo cual supuso el primer descenso desde la legalización de estos actores económicos, en septiembre de 2021.

Según los datos de la ONEI, a finales de marzo de este año operaban en la mayor de las Antillas 9 550 mipymes privadas, en comparación con las 9 236 registradas en diciembre de 2024.

Este registro incluye a los emprendimientos inscritos en el Registro Mercantil y dados de alta en la Oficina Nacional de Administración Tributaria, para el pago de sus impuestos.

Por su parte, las mipymes estatales mostraron un crecimiento superior al 18%, pasando de 170, en diciembre, a 201 al cierre de marzo.

El resto de entidades mantuvo su número relativamente estable, con pequeñas subidas en empresas estatales, sociedades mercantiles y filiales y descensos moderados en cooperativas y unidades presupuestadas.

De ese modo, el país contaba al terminar el primer trimestre de 2025 con 2 651 unidades presupuestadas, 2 036 empresas estatales, 292 sociedades mercantiles, 210 empresas filiales, 201 mipymes estatales, 9 550 mipymes privadas, y 5 106 cooperativas.

Por provincias, la que más entidades de los tipos antes descritos posee es La Habana, con 6 061; seguida por Granma, con 1 482; Holguín, con 1 429; Santiago de Cuba, con 1 414; y Villa Clara, con 1 230.

Según la actividad económica, el sector con más actores registrados es el de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura; seguido por las industrias manufactureras, excepto la azucarera; los hoteles y restaurantes; la construcción y el comercio; y la reparación de efectos personales.

Específicamente, respecto a las mipymes, las tres actividades fundamentales son las industrias manufactureras (30%), los servicios de alojamiento y comida (23%) y la construcción (19%).

Con estos actores económicos se apuesta por la participación de todas las formas de gestión en el desarrollo del país.

Desde su aprobación, el número de mipymes privadas solo había crecido. Los primeros aumentos trimestrales rondaron el 17% y el 26%, para luego moderarse y situarse ligeramente por encima del 4% en 2024.

¿Cómo interpretar los datos?

Junto a la empresa estatal socialista actualmente coexisten cooperativas, mipymes privadas y otras formas de organización que reconfiguran el mapa productivo nacional.

El sector agropecuario concentra más de 5 000 entidades, de las cuales el 90% son cooperativas agropecuarias, modelo que continúa siendo la forma de asociación predominante en esa esfera.

Por su parte, áreas como el comercio, la gastronomía y las manufacturas no azucareras evidencian un fuerte empuje de las mipymes privadas, con más del 80% en la industria manufacturera no azucarera, y casi el 90% en hoteles y restaurantes.

Los datos reflejan que el emprendimiento privado ha concentrado sus empeños en sectores de bajo requerimiento tecnológico o de inversión, como los servicios o la producción ligera, donde las barreras de entrada son menores y la rentabilidad más inmediata.

Su preponderancia en zonas urbanas y turísticas podría acentuar desigualdades territoriales y dejar a regiones rurales rezagadas en el nuevo impulso económico.

En cuanto a la construcción, históricamente bajo control estatal, presenta ahora más de 1 800 mipymes privadas registradas, frente a solo 167 empresas estatales. Un fenómeno parecido ocurre en el transporte, con 548 mipymes privadas.

Sin embargo, en áreas sensibles como la salud, la educación, la defensa y la ciencia la presencia estatal sigue siendo abrumadora.

Por ejemplo, en la educación, el 98.18% de las entidades corresponde a unidades presupuestadas y empresas estatales; en la salud pública y asistencia social, el 97.43%; y en la ciencia e innovación, el 91.47%.

En otras palabras, mientras el impulso privado ha sido clave para absorber empleo, dinamizar sectores deprimidos y aportar bienes y servicios, el Estado sigue ocupando el papel central en las esferas estratégicas. 


Tomado de Cubadebate

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