diciembre 4, 2024 ¿Quienes somos?

Cuba siempre estuvo al lado de Angola

"Una vez más, ratificamos el eterno compromiso
con nuestros muertos gloriosos de llevar
adelante la Revolución."
Fidel

Por estos días las asociaciones de base de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), han venido significando el actuar de varios de sus integrantes por su desempeño en las tropas que hicieron posible la independencia de Angola. Los ojos de Méndez, Tomás, Durán, Urbano, Lucidio, Alejandro o Modesto, quienes llevan en sus pechos varias condecoraciones por su desempeño y muestras de heroicidad en la contienda internacionalista en Angola, se humedecen cuando narran las anécdotas de las muy duras jornadas de enfrentamiento y de abrazar por última vez a compañeros, incluso con sus cuerpos ya inertes; pero es precisamente eso lo que los ha hecho inmensos, paradigmas de generaciones, con la sencillez y humildad de los grandes hombres de este pueblo que tienen como el sublime mérito personal, haber entregado muchos hasta sus vidas por la libertad de otros.


Es que hoy, al cumplirse el aniversario 49 de la independencia de Angola se impone el más cálido reconocimiento a ellos y a los más de 55 mil cubanos que integraron las tropas internacionalistas que allí lucharon por la sonrisa y la vida de ese pueblo explotado, masacrado y sometido por cientos de años a la mayor ignominia sin miramiento alguno, y también a los cientos de maestros y profesores, trabajadores de la salud y de Educación en general, que se entregaron en cuerpo y alma a educar y proporcionar salud a los miles de estudiantes angolanos que se formaron en la Isla como parte del Programa de Educación Internacionalista.


Haciendo un poco de historia, debemos destacar que fue Angola, la más extensa y rica de las colonias portuguesas y a la vez una de las más desarraigadas, para la cual el gobierno de Estados Unidos puso en acción un plan encubierto para aplastar los legítimos intereses del pueblo angolano e implantar un gobierno títere. Un punto clave en ella fue su alianza con Sudáfrica para compartir la instrucción y el equipamiento de las organizaciones creadas por el colonialismo portugués, para frustrar la independencia de Angola y convertirla prácticamente en un condominio del corrupto Mobutu y el fascismo sudafricano, cuyas tropas no vaciló en usar para invadirla.

Para lograrlo reclutaron a las más rancias lacras que le podrían servir para una acción tan sucia, ilegal y perversa como aquella, integrada por dictadores, terroristas, ladrones y racistas confesos se incluían constantemente, sin el menor recato, en las filas del llamado "mundo libre", y pocos años más tarde el presidente norteamericano Ronald Reagan los bautizó, con particular derroche de cinismo, como "combatientes de la libertad".
Como ellos mismos han explicado a sus interlocutores, después de muchos años de enconada lucha contra la ocupación colonial portuguesa en África apoyada por los más retrógradas regímenes tiránicos de Israel, Estados Unidos, Sudáfrica, antes y después del 16 de enero de 1975, cuando en Lisboa, Portugal, se firmó el ilusorio acuerdo para la independencia de Angola, porque el país tuvo que mantener una enconada lucha política y de resistencia a la explotación hasta que proclamó definitivamente su independencia el 11 de noviembre de 1975.

Ante la situación creada que ponía en peligro la independencia, Agostinho Neto, líder indiscutible del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA), solicita la ayuda militar a Fidel para consolidar juntos la liberación definitiva de esa tierra. Fue entonces que nuestro país envió armas e instructores militares con el objetivo de preparar, en escuelas de entrenamiento, a las tropas de lo que serían las Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola (FAPLA). En condiciones adversas, el 3 de noviembre de 1975, alumnos angolanos y los instructores de la Isla enfrentaron a los invasores sudafricanos en la zona de Benguela. Allí cayeron juntos, por primera vez, cubanos y angolanos.


Con Fidel y Raúl al frente, la Dirección del país tomó la decisión de enviar las primeras tropas regulares de nuestro país a combatir en Angola para enfrentar a los agresores sudafricanos, dando inicio a la “Operación Carlota” en Angola, en agosto de 1975 que se extendió hasta mayo de 1991, cuando regresó el último grupo de combatientes. Ello constituyó la respuesta del Gobierno cubano a la solicitud de ayuda del líder histórico del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA), Agostinho Neto, ante la agresión perpetrada por el régimen del apartheid sudafricano y sus aliados internos y externos, para impedir la independencia de la nación africana, derrotar al MPLA y ocupar el país.
Esa fuerza devino en las Fuerzas Armadas Populares para la Liberación de Angola (FAPLA), que junto a las tropas cubanas detuvieron a las fuerzas de la derecha lideradas por el reaccionario Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) y la Unión Nacional para Liberación Total de Angola (UNITA) en la Batalla de Kifangondo el 10 de noviembre del propio año 1975.
Después vendría “una fulminante ofensiva”, como dijo Fidel, y 16 años de empuñar las armas junto a los angolanos en un país que también amaron, en lo que fue “la más justa, prolongada, masiva y exitosa campaña militar internacionalista de nuestro país”. Para los cubanos, formados en una profunda vocación internacionalista, había un solo camino: no dejar solo al pueblo angolano en esa hora crucial de su historia.

Esta campaña libertaria desarrollada en los últimos combates constituyó, además, una gran victoria del principio socialista, que para el líder africano Nelson Mandela, no tiene otro concepto que la liberación: “Cuito Cuanavale fue el viraje para la lucha de liberación de mi continente y de mi pueblo del flagelo del Apartheid”.

Hoy, a 49 años de ese triunfo, Méndez, Tomás, Durán, Urbano, Lucidio, Alejandro y Modesto, los valerosos combatientes de nuestra asociación de base de la ACRC, viven honrados por su historia y su obra como fieles seguidores de Fidel, cuando en el cierre de la “Operación Carlota” aseguró que el pueblo de Cuba se siente orgulloso de cumplir tan honrosa y justa misión internacionalista ayudando a otros pueblos, y continuará derrotando cada agresión imperialista, las mentiras de su propaganda y maniobras políticas o diplomáticas.


Fidel habla acerca de Angola y por qué Cuba ayudó en su lucha


Por Redacción Web
Fotos tomadas de la red

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