diciembre 12, 2024 ¿Quienes somos?

De cuevas y majases trata la canción

Por décadas la Isla de Pinos fue sitio de destierro para condenados por razones políticas, pero también para delincuentes comunes quienes en una Isla árida en posibilidades de ganarse la vida como Dios manda,  buscaban cobijo en las cuevas de los alrededores de la colonia Reina Amalia, donde estaba la guarnición militar de la Isla de Pinos.

Era habitual que tales individuos, carentes por completo de recursos, recurrieran al hurto de cerdos y reses criadas de manera extensiva en gran parte de la ínsula. Tampoco escapaban a esa práctica las aves de corral, incluso los frutos de la tierra que labraban los campesinos. El caso es que a esos individuos se les llamó, en el argot popular " majases", nombre que, por extensión y en forma despectiva, llamaron los simpatizantes del poder colonial a los     deportados por ideas independentistas.

La denominación quedó afianzada luego del levantamiento del 26 de Julio de 1896 en Nueva Gerona, cuando tras el fracaso del intento, varios sobrevivientes trataron de escapar  de las represalias de la soldadesca

el hecho no pasó inadvertido para Felipe Blanco, un terrateniente local, quien advertido por sus capataces sobre la presencia de " majases" en la enorme propiedad, ni corto ni perezoso hizo la denuncia ante las autoridades militares de la Isla.

Luego del chivatazo, los soldados llegaron a la cueva indicada por Felipe Blanco en su hato La Concepción y en la que se ocultaban los tres hermanos Pimienta, el menor de apenas 14 años y todos vinculados al malogrado levantamiento española, ocultándose en las cuevas de la zona.

Haciendo gala de la más pérfida crueldad, los tres jóvenes fueron macheteados sin piedad y sus cuerpos tendidos junto al arroyo que, a partir de entonces, fue conocido como el "Arroyo de los Muertos".

Felipe Blanco y Hernández, el delator, fue señalado por el dedo acusador del pueblo, quien acuñó la frase..." Ya los majases no tienen cueva, Felipe Blanco se la tapó". De ahí a esa creatividad innata del criollo, capaz de poner una nota festiva hasta en los episodios más trágicos, no transcurrió mucho. Nacía entonces uno de los Sucu Sucos más antológicos de los que se precia la Isla y uno de los más cantado y bailado en los  guateques y canturías que tanto alegraron la campiña pinera. Pero.... qué tanto se conoce del tal Felipe Blanco? Sobre este deleznable personaje les cuento en otra sección.... Croniqueando.


Por Linet Gordillo Guillama y Redacción Web

Foto: Tomada  la Red

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