Día Mundial de la Fertilidad
Cada 4 de junio se celebra el Día Mundial De La Fertilidad con el objetivo de llamar la atención tanto sobre las dificultades de muchas personas para tener hijos biológicos, como sobre los avances médicos que actualmente ayudan a muchas mujeres y hombres a alcanzar su deseo de ser madres y padres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad es “una enfermedad del sistema reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de relaciones sexuales no protegidas”. Las causas más comunes de infertilidad en el caso de las mujeres son:
Falta de ovulación o mala calidad de los óvulos.
Endometriosis: es el crecimiento del tejido del interior del útero, fuera de este, en las trompas de Falopio o en los ovarios.
Fibromas uterinos.
Trompas de Falopio bloqueadas. En el caso de los hombres, la infertilidad puede deberse a:
Bajo recuento de espermatozoides en el semen, o ausencia de ellos.
Baja movilidad de los espermatozoides.
Espermatozoides que no se han formado adecuadamente.
Semen espeso que no permite llegar a los espermatozoides al óvulo.
Problemas hormonales.
Problemas de eyaculación. Te ofrecemos algunos consejos para mejorar la fertilidad:
Lleva una dieta sana y equilibrada: elige alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas, como las verduras y las frutas, alimentos con ácido fólico (espinacas) y omega 3, como el pescado azul.
Controla tu peso: la obesidad puede afectar negativamente a la ovulación o a la calidad de los espermatozoides, además de conllevar mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. Pero también estar por debajo de tu peso ideal puede traer complicaciones.
Deben evitar el tabaco ambos miembros de la pareja, así como tener moderación en el consumo de alcohol.
Practica deportes con frecuencia: previene la obesidad y reduce el estrés, lo que ayuda por partida doble a la salud reproductiva.
Fuera el estrés: si hay algo que no ayuda en nada a conseguir un embarazo, es el estrés y la ansiedad. Practica meditación o yoga para relajarte, y realiza actividades tranquilas en pareja que te ayuden a tomarte el asunto con calma.