El guardián nocturno de las aguas del Sur
El Faro de Carapachibey, se yergue altivo sobre 60 metros como el guardián del Sur cubano y del Caribe. Con una rica historia de luces y sombríos períodos por el azote de huracanes, logra vencer los obstáculos del tiempo, y cual “cohete” a punto de ser lanzado desde su “aeródromo” destella su luminosidad asegurando el camino de los navegantes del Caribe.
Desde su nacimiento fue ubicado al sur de la Isla de la Juventud, es uno de los más altos de Latinoamérica con más de 60 metros de altura sobre el nivel del mar en la actualidad, construido con la utilización de técnicas modernas que pueden garantizar su funcionamiento en las condiciones atmosféricas más difíciles, y cuenta con una estructura formada por una torre circular de hormigón y una farola en su parte superior.
En 1913 fue construida una torre de hierro que soportó los embates del tiempo hasta que la furia de los huracanes la derribó y fue necesario realizarle varias restauraciones en los años siguientes: la primera de estas se remonta a 1944 cuando “El ciclón de 1944”. Después, cuando tras cinco años de espera y transformaciones conceptuales, su estructura volvió a renacer cilíndrica y de hormigón, más vigorosa, pintada a rayas blancas y rojas alcanzando unos 27 metros de altura y bombillas incandescentes.
Dadas las exigencias propias de la seguridad en la navegación caribeña, se decidió en 1981 comenzar las labores de construcción del nuevo faro que se inauguró dos años más tarde en marzo de 1983. Este también era de hormigón, con el doble de altura que el anterior; pero en el 2010 fue necesario acometer el mantenimiento de paredes, escaleras, barandas y columnas, la colocación de nuevas puertas y ventanas y hasta una cúpula nueva.
En nuestros días, la luminaria ubicada en la cúpula del Faro está equipada con tecnología nueva a partir de bombillas de alógeno con un destello luminoso muy brillante, que según han apuntado algunos navegantes por la zona, han percibido divisar sus destellos de cada 7,5 segundos desde unos 17,5 millas a la redonda hasta 27 millas de distancia.
Esa maravilla de la arquitectura nos permite disfrutar desde su máxima altura de una espectacular vista al Mar Caribe por el Sur, de las terrazas de arrecifes extendidas por la costa, y si volteamos la vista al Norte apreciaremos la belleza de una naturaleza boscosa virgen que guarda en su silencio miles de variedades de la flora y la fauna autóctona preservada por el hombre con sumo cuidado de su biodiversidad.
El Faro de Carapachibey es el guardián nocturno del Sur, es una señal de muy valiosa ayuda para todos los navegantes que utilizan esta importante ruta comercial en la que transitan entre ocho o nueve buques que cada día bajo la orientación de este faro que asegura desde hace 79 años el importante servicio de ser guardián de la noche, con un destello luminoso muy brillante de su ojo hacia las difíciles aguas del Sur.
Texto: Sergio I. Rivero Carrasco