octubre 8, 2024 ¿Quienes somos?

El pozo que devolvió la sonrisa

A tres kilómetros de la antigua ESBEC 41, se ubica un pozo de agua que  abasteció al centro docente durante muchos años.  Con el tiempo dejó de utilizarse cuando los estudiantes angolanos regresaron a su país.

Años más tarde al centro lo convirtieron en una Comunidad agrícola, dando oportunidad habitacional a más de 900 personas, pero ya estos nuevos inquilinos no pudieron recibir el servicio de agua.

Durante varios años ellos mantuvieron un planteamientos fijos en sus reuniones de vecinos: "necesidad de que agua que llegara a la cisterna”, pues la recibían en pipas y este servicio no era estable, por lo que tenían que cargarla de muy lejos, de charcos, cunetas que almacenaran aguas, era un líquido sin certificación, por lo que solo podía utilizarse para limpiar y bañarse.

Hoy el panorama de los habitantes de la Comunidad 41 dio un giro grande, porque hace alrededor de dos meses fueron beneficiados con la activación del antiguo pozo, energizado ahora mediante paneles solares que le permiten bombear el agua hasta el barrio convirtiéndose en el primer pozo que usa energía renovable solar en la Isla de la Juventud.

La alegría retorna a los pobladores de ese sitio pues ya tienen agua en la cisterna, aunque aún queda otra petición pendiente de los moradores del lugar. “…llevar el servicio de agua a los apartamentos, pero según algunos vecinos, el problema es menor, ya tenemos agua buena”. Según refieren… “si nos unimos podemos transformar este otro escenario, tenemos agua y no hay que preocuparse porque llega hasta aquí y la recibimos casi todos los días porque se bombea con energía solar”.

“Es un logro grande que tenemos que agradecer al gobierno de la Isla que “se metió en esto” hasta que lo logró, para hacer cumplir con nuestro planteamiento” alegan los vecinos.

Según refieren los moradores, ahora están felices: "imagínese, veinte años sin recibir el servicio de agua", "estamos viviendo un sueño, le soy sincera, habíamos perdido la esperanza"

La esperanza nunca se pierde cuando se suman esfuerzos y se piensa en el bienestar humano, en estrategias para devolver sonrisas, y la activación de ese pozo en la comunidad 41, llegó para eso.


Texto y fotos Dianelys Labrador
Por Redación web

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