Este 12 de febrero entonando 70 Moncadas de gloria.
POR EL ANIVERSARIO 70 DE ENTONAR EL HIMNO DEL 26 DE JULIO POR PRIMERA VEZ EN PRESIDIO MODELO.
Encabezados por Fidel, los jóvenes de la Generación del Centenario, que se encontraban cumpliendo sanción en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, por haber realizado el Asalto a los cuarteles Moncada de Santiago de Cuba y el Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, esperaron con acierto la visita que realizara el dictador Fulgencio Batista al penal con el objetivo de inaugurar la nueva planta eléctrica, que estaba ubicada casi contigua a la sala dos el hospital donde ellos se encontraban guardando prisión.
En el momento que el dictador llegó al sitio indicado, empezaron a cantarle a viva voz, llenos de energía y sentimiento patriótico, la Marcha del 26 de Julio. Ante la grandeza y derroche de coraje de los jóvenes evolucionarios, y al oír el contenido revolucionario de la marcha, al tirano no le quedó más remedio que retirarse rápidamente del lugar.
Ese hecho provocó que aplicaran sanciones a los Moncadistas, y desde entonces, separaron a Fidel a una celda en solitario ubicada a la entrada en la parte izquierda del hospital en el pabellón uno, sitio en el que permaneció hasta el 15 de mayo de 1955 y a cuatro más a las celdas de castigo del pabellón dos del Hospital del Reclusorio pinero, ellos fueron Ramiro Valdés, Oscar Alcalde, Ernesto Tizol e Israel Tápanes, donde fueron objeto de maltratos y vejaciones por más de 15 días.
El 15 de febrero Agustín Díaz Cartaya, autor de la marcha del 26 de julio fue llevado también a la celda de castigo, lugar donde también fue vejado y torturado por los guardias del penal, solo por el hecho de haber sido el autor de la marcha que cantaron a Batista.
Fue ese el canto que enalteció el fervor patriótico de los jóvenes de la Generación del Centenario, lo creó Agustín Díaz Cartaya a solicitud del abogado Fidel Castro Ruz, líder del Movimiento 26 de Julio, mientras preparaban el asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, actual provincia de Granma.
Su letra marcaría el camino definitivo de esa generación que no dejó morir al Apóstol en el año del centenario de su natalicio, y que “Marchando, vamos hacia un ideal/sabiendo que hemos de triunfar/en aras de paz y prosperidad/lucharemos todos por la libertad”. Fueron por un ideal y triunfaron. El 15 de mayo, al año siguiente la acción popular obligó al dictador a firmar la orden de Amnistía y quedaban libres para continuar la la lucha hasta que el primero de enero de 1959, llegaron con la alborada y el triunfo definitivo de la patria.
Esa hermosa jornada de júbilo revolucionario de aquel 12 de febrero de 1954 enalteció los valores de los Moncadistas, amén de sus consecuencias, y es recordada cada año en el mismo sitio, donde nuevas voces entonan la marcha ya en libertad con el programa del Moncada bien cumplido y donde la historia se rejuvenece en cada febrero pinero vestido de 26 y que ahora el pueblo trabaja #PorUn26EnEl24.
Coro gigante canta en #TributoAFidel en Santiago de Cuba.
Por Redacción Web