Gilberto Pico Rivers, mártir internacionalista pinero.

Hoy puedo hablar de un mártir pinero, de la que pocas personas conocen, y que entregó de manera altruista su vida generosa.
Contaba el ya fallecido investigador, Juan Colina La Rosa, que cuando llegó a Isla de Pinos en 1967, supo algo de la figura del internacionalista, muerto en combate en Venezuela, Antonio Briones Montoto, sobre todo por la inauguración de la presa que lleva su nombre, muy cerca del poblado de Santa Fe; pero nunca se imaginó que en la misma misión había muerto en combate, un hombre que había nacido en el caserío de Jacksonville (Cocodrilo), al Sur de Isla de Pinos, el 4 de agosto de 1940 en donde vivió hasta 1951, cuando los padres, buscando mejoras económicas, se lo llevó para Pinar del Río.
Ese pinero llevaba el nombre de Gilberto Pico Rivers, hijo de Andrés Pico, español que había llegado a Isla la de Pinos en busca de fortuna, estableciéndose en una zona cerca del poblado levantado en la costa sur, y la descendiente de caimaneros Irene Rivers. Gilberto era llamado por sus padres por el sobrenombre de Villi.
A los pocos años regresó a Cocodrilo, antiguo Jacksonville, donde terminó de estudiar hasta el sexto grado, en la escuelita donde había que aprender en inglés. Al pasar el tiempo tuvo que viajar nuevamente a Pinar del Rio para ayudar a sus padres, que se encontraban en pésimas condiciones económicas. Se hizo pescador en Boca de Galafre.

Desde antes del triunfo del primero de enero de 1959, tenía vocación de rebelde, que en ocasiones lo llevó a enfrentarse a la policía de donde vivía y leer el documento de autodefensa escrito por Fidel Castro conocido como La Historia me Absolverá que había llevado a su casa Santiago Cuba, quien se había escondido en su casa por conspirar contra el régimen batistiano.
Ya con la Revolución Cubana en el poder, pasó la escuela en 1960, en Cayo Loco, Cienfuegos, donde se hizo oficial de la flota pesquera y al graduarse fue designado al Departamento de Pesca del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), convertida posteriormente en el Instituto Nacional de la Pesca. Fue miliciano y rápidamente se convierte en colaborador del Ministerio del Interior.
En 1963, fue cuando se incorporó definitivamente a los órganos de la Seguridad del Estado, en sus Tropas Especiales, con las cuales cumplió varias misiones internacionalistas.

El joven Pico Rivers fue el patrón de la nave que lo llevaría, junto a Antonio Briones Montoto y Pedro Cabrera a las costas de Venezuela, a la playa de Machurrucutu. En aquel sitio, el 8 de mayo de 1967, cayeron los tres luchando bravíamente por la revolución de aquel hermano país.
De aquellos momentos, se refirió su hermana Nilda:
"Recuerdo que con estas palabras le pregunté si él era de la gente de Ramiro… me respondió que en Cuba todos los que se consideraban revolucionarios eran de la gente de Ramiro, que la pistola no indicaba ocupar una plantilla en el Ministerio del Interior."
Este mártir pinero merece todo nuestro respeto, pues fue a dar su vida por el bienestar de los pueblos latinoamericanos y en algún momento habrá que levantarle un monumento a su memoria; idea que está arraigada en el corazón de aquellos que lo conocieron.

(Algunos datos los aporta Juan Colina en un artículo digital que poseo “Gilberto Pico Rivers, mártir pinero”).
n. Por: Lic. Guillermo F. Maquintoche Vázquez.
Fotos: archivo personal.