Ingenio "La Esperanza"
¿Cuántas veces has ido a bañarte a la playa Arenas Negras, conocida por todos como Bibijagua y a lo mejor hayas observado una escultura de mármol que se alza a la salida del lugar, y que está coronada por un enorme caldero de hierro? Quizás no conozcas que el artista que creó esta obra de arte le hizo un homenaje a un ingenio que funcionó cerca de esta playa, al utilizar la única pieza que se conserva de él. En la Isla de la Juventud existieron en el siglo XIX varios trapiches para producir azúcar, conocidos por los pineros como cachimbos, pero solo perdura las ruinas de uno de ellos que tuvo por nombre “La Esperanza”, notable huella del patrimonio industrial azucarero pinero con un valor histórico extraordinario.
Al dirigirnos al sitio, localizado a varios metros de la carretera y antes de llegar a la playa, bajo una arboleda se puede ver aún, muros de ladrillos, tejas y piedras que conformaban la parte central del ingenio, donde se ubicaban los molinos que extraían el guarapo a las cañas; muros que, en una de sus partes están aprisionados y levantados por las raíces de los árboles. Estas paredes forman como galerías o zanjas con ondulaciones cóncavas, donde se ubicaban las grandes calderas donde se cocía el guarapo (tren o tándem jamaiquino). Estos muros parten de un centro más profundo en forma de un pozo con paredes de ladrillo que era el horno.
Cerca se observan otros muros fundamentalmente de piedras y más alejadas del centro varias peros de mármol dispersas. También se aprecian tres grandes tornillos de hierro con sus respectivas roscas, anclados verticalmente.
A unos 10 metros aproximadamente del lugar se encuentra un pozo con brocal y construido de ladrillos, evidentemente perteneciente al ingenio del ingenio. Este está en perfectas condiciones y lleno de un agua limpia y cristalina.
Texto y Fotos: Guillermo Maquintoche