Isla de la Juventud: Mitos y realidades.
¿Sabía usted que en el actual hotel Rancho del Tesoro hubo un “museo” dedicado a José Martí?
Esta historia comienza cuando en 1834, el químico y geólogo francés M. Chueaux, explorando por esta zona de América en busca de oro llegó a la Isla de Pinos tras la creencia de que los piratas poseían allí minas del precioso metal, pero descubre la composición de las rocas de la Sierra de Caballos, apreciando su valor y decide establecer y explotar una cantera de mármol y para ello obtiene del gobierno español un terreno que comprendía el arroyo de Brazo Fuerte que brotaba de la montaña y fluía para unirse al rio Las Casas.
En sus momentos de ocio, Chueaux plantaba flores alrededor de su residencia de Brazo Fuerte y en una ocasión dedicándose a estas labores creyó haber encontrado una veta de oro. Se fue a La Habana a denunciarla y murió allí de fiebre amarilla.
En 1844, el capitán general de Cuba, Leopoldo O´Donnell, compró el lugar con similares propósitos a los de su antecesor y al igual que este fracasó. La adquiere entonces el ingeniero catalán José María Sardá Gironella, dueño de la finca El Abra y de otras haciendas en el municipio, quien se dedica con buen acierto a fabricar tejas y ladrillos. Al fallecer Sardá en 1889, su viuda Trinidad Valdés queda como heredera y administradora de sus propiedades y a comienzos del siglo XX vende el lugar al norteamericano Thomas Keenan donde construye su residencia de invierno, que según cuentan “era muy lujosa, con escaleras de madera dura tallada, ventanas de cristal, terraza, bellos jardines, piscina de natación y una arboleda de frutas cítricas alrededor”.
La casa tenia un portal sombreado con una magnifica enredadera florecida, que los pineros la denominaban “la enredadera azul de Keenan”.
Y a partir de entonces, comienza la historia del “museo” vinculado al Apóstol cubano, que se establece en esta mansión.
Resulta que Sophie G. Keenan, hija del dueño del lugar, acondicionó en la residencia de Brazo Fuerte la habitación, que supuestamente ocupó el joven Martí durante su estancia en Isla de Pinos. Allí colocó una cama, entre otros objetos para recrear la presencia del adolescente confinado. Disponían además, de una calesa, para que los visitantes recorrieran la hacienda donde según el relato de Sofía, el deportado político José Martí era utilizado por José María Sardá en los duros trabajos del tejar; carruaje que era empleado para transportarlo. Todo lo anterior constituye un suceso totalmente irreal, pues durante su estancia en 1870 en la Isla de Pinos, nuestro Héroe Nacional residió en la finca El Abra, bajo los cuidados de la familia Sardá –Valdés, aunque no desechamos la idea de que pudo ir a la hacienda de Brazo Fuerte en algún momento, pero como un visitante más y no como un trabajador forzado. Creo que todos conocemos la verdadera historia.
Estos son relatos curiosos de nuestra localidad que debemos conocer todos los pineros y que puede brindarse a los visitantes cubanos y extranjeros que frecuentan el hoy hotel Rancho del Tesoro.
En la actualidad se puede apreciar partes de la estructura de la antigua residencia. A la entrada del hotel, aún se conserva la torre o atalaya que hoy sirve de habitaciones o suite.
Por: Lic. Guillermo F. Maquintoche Vázquez.
Fotos: archivo personal.