La eterna luz del 10 de octubre de 1868.
ANIVERSARIO 155 DEL INICIO DE LAS LUCHAS POR LA INDEPENDENCIA DE CUBA
“El Patriotismo y la unión son
nuestros baluartes, y bajo su
amparo seremos invencibles”
C.M. De Céspedes
Fue ese día hermoso de la Patria, el 10 de octubre de 1868, cuando Carlos Manuel De Céspedes, reunido en el Ingenio La Demajagua frente a más de 500 personas, entre ellos esclavos que recibirían el beneficio de la libertad de que estuvieron privados por cientos de años, les expresó con toda seguridad y convencimiento: “Ciudadanos, ese sol que veis alzarse por la cumbre del Turquino viene a alumbrar el primer día de libertad e independencia de Cuba”.
Y así fue, el proceso revolucionario cubano vio la luz en ese acto fundacional y se ha extendido por 155 años, al decir de Fidel en el centenario de ese hecho, “porque en Cuba solo ha habido una Revolución: la que comenzó Carlos Manuel de Céspedes el 10 de Octubre de 1868 (…) y que nuestro pueblo lleva adelante en estos instantes”, porque los objetivos de independencia nacional y unidad nacional se han mantenido intactos.
Muchas fueron las diferencias que tuvo que vencer el Padre de la Patria para llegar a ese momento sublime, porque él consideraba que no era preciso dilatar el alzamiento y que convenía aprovechar la difícil situación política española por temor a ser delatados. Inconforme Céspedes con los acuerdos adoptados hasta ese momento, se reúne el 7 de octubre en el ingenio “El Rosario”, propiedad de Jaime Santiesteban, con miembros de las delegaciones de Bayamo, Holguín, Las Tunas y Manzanillo, y les significa que él se levantará con los que le sigan a más tardar el día 14. Es entonces cuando llega a Bayamo un telegrama desde La Habana que informaba: “La conspiración ha sido descubierta”.
Después de eso no quedaba otra opción y es que Céspedes se alza con sus esclavos en La Demajagua y da a conocer un escrito que pasa a la historia como “Manifiesto del Diez de Octubre”, pero que inicialmente se llamó “Manifiesto de la Junta Revolucionaria”, en el que expresaba:
“Nosotros consagramos estos dos venerables principios: nosotros creemos que todos los hombres somos iguales, amamos la tolerancia, el orden y la justicia en todas las materias; respetamos las vidas y las propiedades de todos los ciudadanos pacíficos, aunque sean los mismos españoles, residentes en este territorio; admiramos el sufragio universal que asegura la soberanía del pueblo; deseamos la emancipación, gradual y bajo indemnización, de la esclavitud”.
Céspedes, La Demajagua y el 10 de Octubre
No imaginó Céspedes al avivar las campanas del ingenio La Demajagua aquel día para llamar a sus esclavos a entregarles la libertad y convocarlos a la lucha por la independencia de Cuba frente al imperio español, que 155 años después, la Patria, con más de seis décadas de emancipación revolucionaria, se mantendría dignificando esas simientes ideas y multiplicando las batallas frente al bochornoso y genocida bloqueo impuesto por Estados Unidos de Norteamérica, la nación más poderosa del planeta por más de seis décadas.
Las ideas y la razón de la lucha fueron bien precisadas por Céspedes a la masa libertaria que lo secundó, coincidente con el pensamiento revolucionario y transformador que preconizaba lo más avanzado de la juventud cubana de entonces, los que lanzaron a viva voz la esperada consigna de “¡Viva Cuba libre!”, muy pronto se esparció por la manigua con el latir de las huestes mambisas.
Fidel, al cumplirse el centenario del Alzamiento de la Demajagua nos dejó una ingeniosa valoración que caracteriza el actuar del Padre de la Patria en ese contexto: “Lo que engrandece a Céspedes es no solo la decisión adoptada, firme y resuelta de levantarse en armas, sino el acto que acompañó aquella decisión -que fue el primer acto después de la proclamación de la independencia-, que fue concederles la libertad a los esclavos, a la vez que proclamar su criterio sobre la esclavitud (…)”
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, en el aniversario 150 del inicio de las luchas por la independencia de Cuba nos dejó bien clara la trascendencia del hecho y la decisión de esta generación de cubanos de continuar la batalla por la unidad de los cubanos y la lucha por mantener la independencia y soberanía de esta nación logrando que el sol que iluminó a Cuba ese día de 1868 mantenga aún su radiante luz: “Asumamos como nuestras y como firme decisión de continuidad, las palabras de Fidel, aquel 10 de octubre de 1968: Porque este pueblo, igual que ha luchado cien años por su destino, es capaz de luchar otros cien por ese mismo destino (…) Hemos luchado 150 años y seguiremos luchando hasta la victoria siempre”. ¡Ya suman 155 y también seguimos!
Conozcamos un poco más acerca del 10 de Octubre de 1868
Por Sergio I. Rivero Carrasco