Ni Súper Ronda, ni medalla, ni boleto mundialista
Sin cumplir ninguna de las metas que se propuso, regresará a Cuba el equipo de béisbol sub-18 que interviene en el Campeonato Panamericano de la categoría en Baja California Sur, México.
El conjunto, al que se integran los pineros Alberto Hechevarría y Boris Madrazo, deberá conformarse apenas con un lugar del 7 al 9 que aún tienen que conquistar en la Ronda de Consuelo, a la que fue relegado, al caer ante Nicaragua, en el estadio Arturo Nahl, con marcador de 9 carreras por cero.
El choque, en el que ambos equipos llegaron empatados sin anotaciones al séptimo inning, se decidió tras la salida por los criollos del abridor Darío Sarduy, pues los pinoleros azotaron sin compasión al pitcheo de relevo e hicieron un racimo de nueve carreras en la última entrada, para alcanzar su pase a la Súper Ronda.
Después que el villaclareño salió del box, casi al límite del número de lanzamientos y con una faena digna de resaltar (dominó en seis entradas y propinó siete ponches), por la lomita desfilaron cinco relevistas cubanos que permitieron cinco jits, incluido un jonrón con bases llenas del tercer bate Melvin Pérez, y propinaron dos pelotazos y una base por bolas. Mientras, por los nicas, el sepentinero Joshua Quesada silenció a la batería cubana durante cinco entradas, aunque Deybi Castro se anotó la victoria.
Ni peras al olmos, ni resultados internacionales al béisbol cubano
Es este otro duro golpe para el béisbol cubano, y una decepción más para el alma de los aficionados que, en los últimos tiempos, las pocas alegrías vividas a nivel internacional han sido, precisamente, gracias a las categorías menores.
Sin embargo, una mirada objetiva a la realidad del béisbol sub 18 en el país, que tiene muchas coincidencias con el resto de las categorías, nos corrobora que la crisis del béisbol en Cuba es sistémica y multicausal.
No se trata solo del pobre pensamiento técnico-táctico que puede haber llevado a tomar decisiones erradas en este partido al santiaguero Severo Crespo y a su cuerpo de dirección, se trata también y esencialmente: de la calidad de los campeonatos nacionales, de las condiciones en que entrenan estos atletas y de los planes de entrenamiento mismos, del éxodo de los deportistas ya desde estas edades, y hasta de que pesen a la hora de conformar las preselecciones otros requisitos más que la calidad de los beisbolistas.
Preguntémonos: ¿Cómo es el campeonato sub 18 en Cuba? Por zonas, muy corto, y proclive a suspenderse o modificarse por cualquier situación ¿Quiénes proveen mayoritariamente a los jugadores de uniformes e implementos? Los padres ¿Con qué frecuencia esta categoría tiene roce internacional? Casi nunca.
Lo cierto es que hay mucho que arreglar y desde todos los frentes, de lo contrario será tan difícil como que el olmo dé peras, que la pelota cubana dé resultados internacionales en sus circunstancias actuales.
Si algún saldo positivo para los pineros participantes tuvo este evento, es que les dio la posibilidad de medirse a nivel internacional, y en el caso del lanzador Alberto Hechevarría, quien desempeñó muy buena labor ante Panamá (1-0, 4.2, 0C, 2H, 1BB), de sumar a su palmarés de ya haber ganado en la Serie Nacional de mayores, una victoria extrafronteras, luciendo las cuatro letras sobre el pecho.
Por: Yuliet Calaña