Un paseo por el Centro Histórico de Nueva Gerona…
Centro Recreativo de Computación y Electrónica.
En junio de 1905 era una tienda de ropas propiedad del ciudadano español José Castiñeira Franco, nombrada “Los Gallegos” en donde se vendía tejidos, sedería y camisería, quincalla y peletería. En el lugar había una casa de zinc y madera y para la esquina una tienda de madera de dos plantas. En la planta alta vivían los dependientes. En el lugar había instalada una gasolinera.
En 1926 fue comprada por el rico comerciante español José González Vázquez, quien mandó a construir la actual edificación y estableció en ella la nueva tienda que ya era conocida como la “Casa Grande”. González Vázquez comparte el negocio con el cubano Octavio Castiñeira Sainz y en 1933 vende su parte a José Castiñeira Franco, el cual es asesinado al año siguiente en el portal del establecimiento en los momentos en que se dirigía a almorzar a su casa, como era su costumbre. En junio de 1954 la conocida “Casa Grande” seguía perteneciendo a la sociedad de “González y Compañía”.
Después de 1959 fue intervenida, ubicándose en el local un centro deportivo, que sirvió también de salón de exposiciones y luego se habilitó para la tienda comisionista “La Amistad” y de productos artesanales.
Para el 2014 se comenzó a utilizar como tienda mixta de ropa reciclada, perfumería, ferretería, calzado, cerámica y una de sus aéreas fue ocupada por comerciantes particulares que vendían artículos de todo tipo, los cuales fueron reubicados en un local conocido popularmente por “La Cuevita”, en la misma calle Martí.
Hace algunos años se acometió un proyecto para convertir la edificación en el Centro Recreativo de Computación y Electrónica de la Isla de la Juventud, el cual retomó sobre su terraza, la construcción que tuvo originalmente, ahora atemperada con estructuras y estilos más modernos y que serviría de cafetería y mirador. Este proyecto fue inaugurado a comienzos del 2018 y ha tenido una gran acogida fundamentalmente por los niños y jóvenes.
Por: Lic. Guillermo F. Maquintoche Vázquez.
Fotos: archivo personal.