
Hacia la esquina de esta edificación, en Martí y 26, operaban desde comienzos del siglo XX el hotel “Nuevo Mundo” y un café-cantina nombrado “Café Central”, el que tenía una barra y un espacio amueblado con mesas y sillas en donde se reunían los moradores a disfrutar de una sabrosa comida española o criolla, degustar de algunas cerveza o vino, realizar juegos de mesa o entretenerse en el salón del billar.
En 1945, el cubano Serafín Anduiza instala en el lugar al café cantina “Garden Bar”, un salón amplio donde se vendían emparedados, dulces, pasteles, batidos, refrescos y bebidas alcohólicas. Era que disponía de varias mesas con sus sillas donde se reunían las personas. Tenía un mostrador largo rodeado de banquetas con una estantería donde exhibía los productos que se ofertaban y ubicado en una esquina un traganíqueles o victrola reproducía la música que los concurrentes solicitaban.

Durante estos tiempos, allí coexistieron viviendas familiares, bodegas, una sastrería y la clínica dental del estomatólogo Charles Bustillo.
Después de 1959 se instalaron allí diversas instituciones. Por la calle 26, Radio Caribe tenía sus oficinas y un albergue que guarda historias interesantes como la que provocó el surgimiento de una popular canción.
El Garden Bar volvió a funcionar como cafetería hasta los años 60 con el pinero Pedrito Quesada al frente del negocio. Allí se filmaron algunas escenas de la película cubana “El bautizo” (1967) y luego de ser remodelado se le dio el nombre de “Primavera”, la cual tenía un sistema de autoservicio.

Actualmente es la tienda “Dita” donde se ofertan artículos electrodomésticos, productos de perfumería y baño, entre otros.
Curiosidades:
Se cuenta que en el albergue de Radio Caribe había una empleada muy servicial, conocida por todos como “tía Emiliana”. Ella atendía el lugar y le colaba café a los albergados todas las mañanas, al mediodía, por las tardes y en ocasiones hasta por las noches.

El conocido compositor y guitarrista manzanillero Carlos Pueblas, que permaneció en la Isla durante un tiempo, visitó muchas veces el lugar; buscaba siempre a Emiliana con la cual departía largo rato, mientras ella muy solícita le colaba un sabroso café. Al parecer el cantante estaba tratando de conquistarla.
Inspirado en aquellos encuentros, acompañados por humeantes tazas de café, Carlos Pueblas compuso la canción titulada “Emiliana”, cuyo estribillo dice:
Si no fuera por Emiliana
Nos quedaríamos con las ganas
De tomar café, de tomar café, de tomar café…

Hacia la esquina del edificio cayó víctima de un disparo, Bruno Hernández Blanco (“Ninones”), al cabalgar hasta la calle Pinillos (hoy 39) tratando de romper el cerco establecido por los soldados españoles, durante los acontecimientos ocurridos en la entonces Isla de Pinos, el 26 de julio de 1896. Se convirtió así en el primer mártir pinero por la independencia.

Por: Lic. Guillermo F. Maquintoche Vázquez.
Fotos: archivo personal.