Venturoso 10 de Octubre para la Isla de la Juventud
Apenas se cumplían dos meses de la declaración de esta Isla con el nuevo nombre Isla de la Juventud, cuando el 10 de octubre de ese propio año 1978, “Del XI Festival”, y 110 años del inicio de las guerras de independencia, la Comisión Nacional de Monumentos emite la Resolución 3 mediante la cual declara 57 sitios y lugares históricos del país como Monumentos Nacionales.
Venturoso fue para la Isla ese día cuando la misma norma tiene en cuanta a tres sitios pineros para declararlos Monumento Nacional y textualmente cito lo expresado en la Resolución:
En su Resuelvo No. 1 decide declarar Monumentos Nacionales en el Municipio Especial Isla de la Juventud a:
Después de enumerar los tres primeros sitios declarados Monumento Nacional pineros, tal como lo expresó la Resolución 3, se impone ampliar un poco esos argumentos, porque fue precisamente la casa de la finca “El Abra”, un sitio sagrado para la historia, el sitio hacia donde el joven Martí fue desterrado y protegido por la familia Sardá, sanó el cuerpo y alimentó el alma, por el derroche de amor brindado por los Sardá, en especial Doña Trini, a la que consideró como una madre y le acompañó siempre su cariño. Fue en ese sitio paradisíaco por la belleza y el verde-vida de su paisaje, el que también le sirvió de calma y reposo al adolescente con apenas 17 años.
El “Abra” resultó ser también su sitio inspirador, según refieren algunos historiadores, que lo ayudó a meditar sobre el presente que vivía la nación, los horrores del presidio vividos en las canteras de San Lázaro, y la necesidad de luchar por la Independencia de Cuba del yugo español, reflexiones que le valieron para escribir más tarde en el exilio el “Presidio Político en Cuba”.
Entonces el “Presidio Modelo” se identifica con el oprobioso lugar donde guardaron prisión varias generaciones de cubanos, entre ellos Pablo de la Torriente Brau y varios revolucionaros destacados en la época de los años ’30 contra la dictadura de Gerardo Machado, denominado “El asno con garras”, que dejó una estela de jóvenes muertos entre ellos Julio Antonio Mella.
Pero fueron los jóvenes de la generación del Centenario, presididos por Fidel, los que después de asaltar el cuartel Moncada en Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953, los que fueron condenados a guardar prisión aquí, en el supuesto “Presidio Modelo” de torturas, de alta seguridad, de aislamiento natural, el que aseguraría que no tuvieran comunicación con los revolucionarios que se mantenían luchando en las calles.
Tampoco pensaron que se puede encerrar a los hombres, pero no a sus ideas; es por lo cual ellas rompieron las rejas y se esparcieron por todo el país generando un movimiento nacional por su liberación, al que nombraron “Movimiento Pro Amnistía”. Mucho menos pudieron lograr intimidarlos y que esa cárcel limitara su dimensión como revolucionarios, que de ella saliera transcrito con zumo de limón entre líneas de los libros el original del alegato de defensa de Fidel en el Juicio del Moncada, “La Historia me absolverá”, que se haya reproducido y distribuido por el país para demostrar la valía de sus ideas, Ese fue el Presidio, la Prisión fecunda de los Moncadistas que los preparó cultural y políticamente para continuar la lucha.
El Movimiento Pro-Amnistía logró su propósito, la movilización popular fue decisiva por la presión popular que ejerció al gobierno, y la Ley de Amnistía, la número 113, primera dictada en 53 años de República, fue aprobada el dos de mayo de 1955 por la Cámara de Representantes, sentenciada el tres por el Senado, y firmada por el dictador Batista el día seis; ya el día 15 de mayo, alrededor de las 11 de mañana, después de una tensa espera de los familiares y pobladores de la otrora Isla de Pinos reunidos frente a la entrada del penal, vieron salir a los primeros combatientes y después a Fidel, Raúl, Díaz Cartaya y Almeida, entre otros, los Moncadistas recluidos en Presidio Modelo fueron puestos en libertad,
Durante ese día realizaron varias acciones en Nueva Gerona: Fidel ofreció una importante conferencia de prensa en el Hotel “Isla de Pinos, ubicado entonces en área que ocupa hoy el parque “15 de Mayo” en la que adelantó el futuro inmediato: "...nuestra libertad no será de fiesta o de descanso, sino de lucha y de deber." Otro grupo de ellos visitó la casa de la finca “El Aba” a rendirle homenaje al Maestro, después Fidel junto al pinero Jesús Montané, visitaron la casa de la familia Montané, y en horas de la noche zarparon en el Ferri “Pinero” que les sirvió para trasladarse hacia Batabanó para llegar a La Habana. De este modo “El Pinero” entraba en los anales de la historia.
“El Pinero” trasladó a Fidel y los Moncadistas, y en uno de sus camarotes se realizó la reunión de “El Movimiento”, aún sin nombre, aunque se dice que esa reunión se habló de identificarlo como “Movimiento 26 de Julio”, que más tarde, en reunión celebrada por la Dirección de “El Movimiento” se le atribuye oficialmente el nombre de “Movimiento 26 de Julio.
Un caudal de historia atesoran estos sitios pineros, necesitados de mucho amor, protección y restauración, de una nueva mirada a su utilidad actual como patrimonio de la nación y un gran abrazo de los pineros y los cubanos para promoverlos y dignificarlos.
Le correspondió en el Siglo XXI la declaración del quinto Monumento Nacional de la Isla y esta vez le correspondió al “Cementerio o Campo Santo de Columbia”, el 13 de marzo del 2019, también por Resolución de la Comisión Nacional de Monumentos, motivado porque ese cementerio jardín de tipo americano o parque memorial que acoge a más de 300 entierros, fue creado en 1907 por los granjeros norteamericanos que vivieron en Columbia, el primer poblado fundado en 1902 por personas provenientes de los Estados Unidos, y representa la huella del proceso político que vivió Cuba y la Isla de Pinos, cuando el gobierno norteamericano se las arregló para arrebatarle la condición cubana a esta última, suceso certificado tiempo después por el apéndice a la Constitución de 1901 más conocido como Enmienda Platt.
Como se puede apreciar, todos estos sitios guardan una rica historia en el devenir de la nación y de la Isla en particular; marcaron un hito en su época que trasciende hasta las generaciones actuales como joyas de la cultura y la historia; como aporte de valiosos valores naturales, sociales y culturales que enriquecen el conocimiento y sentido de pertenencia, y por su grado de deterioro actual reclaman de una mirada más acuciosa para, aun en las difíciles condiciones que vive el país hoy, puedan ser para protegerlos y promoverlos.
Monumento Nacional Isla de la Juventud
Tal como refieren algunos autores, el fenómeno identitario del patrimonio no solo puede referirse a su carácter histórico, sino que los elementos patrimoniales del presente, o que se encuentran activos en la actualidad, tales como patrimonio etnológico, natural, científico-tecnológico o diferentes manifestaciones artísticas, participan plenamente en el valor simbólico de las sociedades, lo cual constituye una parte relevante de los referentes culturales identificativos de ellas, en nuestro caso de Cuba y de la Isla de la Juventud.
Por la importancia que estos sitios patrimoniales cubanos tienen para la educación de las nuevas generaciones, para el rescate de tradiciones y de los valores históricos y culturales de la nación, se ha elaborado una aplicación APK para ponerlos en función de las nuevas tecnologías muy aceptadas y utilizadas por ellos, por lo cual aquí se la presento.
Presentan aplicación sobre Monumentos Nacionales de Cuba
Por Sergio I. Rivero Carrasco