La biblioteca pinera: una breve historia.

Por toda el territorio de la Isla de la Juventud se extiende una institución que alguna vez hemos visitado por la necesidad humana de conocer el mundo que nos rodea y ampliar nuestros conocimientos y cultura. Esos locales atiborrados de libros y otros documentos, son nuestras bibliotecas, en donde se almacena el saber de la humanidad.
Durante el siglo XIX y las primeras cuatro décadas del XX, es posible que algunas familias o instituciones pineras poseyeran pequeñas bibliotecas. Sabemos que con la llegada de los norteamericanos a este territorio y su asentamiento a partir de 1902, estos colonos establecieron asociaciones o clubes con diferentes intereses, miembros y objetivos, que sirvieron para recrearse y pasar un rato placentero, desplegando juegos de mesa, algún deporte, escuchando música, bailando o simplemente leyendo libros o periódicos que siempre tenían a mano, pues cada una de estas sociedades poseía una biblioteca para ser utilizada por sus miembros.
Después de fundado el Presidio Modelo, allí se habilitó una nombrada Renovación, que era exclusivamente para el uso dentro de la prisión, pero es hasta 1949 que Isla de Pinos no tuvo una biblioteca pública.
La primera biblioteca pública.

Cuenta el Dr. Waldo Medina Méndez, entonces Juez Municipal, que una tarde cuando paseaba por Santa Fe con el ciudadano estadounidense M. Schoolman, este le preguntó que si en la región no existía ningún centro de lectura. Ante la respuesta negativa, Schoolman le sugirió la construcción de un local destinado a este fin y ofreció un par de miles de dólares.
Inmediatamente se inició la construcción del local, que fue inaugurado el 24 de febrero de 1949.
Su edificación se realizó con el esfuerzo y concurso de los habitantes del lugar. Fue todo un acontecimiento por lo que se considera la primera biblioteca pública de Isla de Pinos, aunque la precaria situación de la época no permitió que se llevara a cabo tal como se había ideado.
Muchos contribuyeron financieramente o con otros apoyos. Se señala que el Dr. Raúl Roa García, director entonces de Cultura del Ministerio de Educación, y el Dr. Filiberto Ramírez Corría del Instituto Finlay contribuyeron con una subvención mensual para la institución. Pero al año de inaugurada todavía no había recibido los libros ni los muebles.
El Club Biblioteca de Santa Fe solo estuvo en las buenas intenciones de Waldo Medina y algunos colaboradores, además de gran parte de los hombres y mujeres anónimos del pueblo que brindaba su apoyo y sudor para llevar a cabo aquella obra.
Este local, fue utilizado después de 1959 con otros fines. En 1985 era una farmacia y años posteriores volvió a su función original como la biblioteca renombrada Waldo Medina Méndez, en postrero homenaje a esta figura.
Hoy permanece frente al parque central de Santa Fe, este centro de lectura soñado por Mister Schoolman, el que no pudo asistir a su inauguración pues falleció antes de ello. Para aquella ocasión inaugural se levantó, junto al busto de José Martí, una tarja para rendirle memoria al americano amigo que quiso un espacio público de instrucción para los pobladores pineros.
Esta biblioteca posee una variada compilación de libros y una colección de la papelería de Waldo Medina, que incluye fotos y documentos relacionados con la entonces Isla de Pinos. Además allí se conserva una máquina de escribir que fue utilizada por varias personalidades históricas de nuestro país como Fidel Castro, el Che Guevara, Antonio Núñez Jiménez y el propio Dr. Medina, entre otros.
Orígenes de la Biblioteca Julio Antonio Mella de Nueva Gerona.

Para finales de los años ´30 del pasado siglo se le pidió permiso a un exdirector de Presidio Modelo para construir, según los testimonios, un local donde los negros pudieran reunirse en sociedad, a lo que el funcionario militar accedió.
Compraron un solar donde confluyen las actuales calles 41 y 26, comenzando su construcción en 1937 y con materiales procedentes del presidio. Concluyeron en 1943, hasta que el primero de mayo de ese año fue inaugurado con el nombre de Sociedad Nuevo Progreso que se mantuvo hasta el triunfo de la Revolución. Este proceso social que se inició en 1959, fue eliminando las barreras raciales y transformó este club, en un círculo social para todos. Con posterioridad, el 19 de enero de 1965, se inauguró la Biblioteca Municipal en sus salones, ocasión en que asistieron, la Dra. María Teresa Freyre de Andrade, directora nacional de Bibliotecas y Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí).
Hoy, cuando vivimos en un mundo digital no podemos dejarlo todo dentro de la marea de las redes; tenemos que consultar los documentos originales, palparlos, contrastarlos y los libros físicos tienen sus encantos y esperan por usted en nuestras bibliotecas.

Nota curiosa.
Allá por la década de 1950, existió una pequeña biblioteca ONBAP en la calle 24 entre 39 y 41 en Nueva Gerona. Según testimonios, allí muchos pineros pudieron leer las grandes obras que el pensamiento universal ha creado durante siglos. La colección bibliográfica era de excelencia, seleccionada, y aún existen en los fondos de la biblioteca Julio Antonio Mella, algunos ejemplares.
¿Qué significaba ONBAP?, pues era la Organización Nacional de Bibliotecas Ambulantes Públicas, entidad creada por intelectuales cubanos para llevar la ilustración a lugares donde la cultura no llegaba o era escasa. De más de una veintena de estas entidades, una se estableció en nuestra ínsula.
n. Por: Lic. Guillermo F. Maquintoche Vázquez.
Fotos: archivo personal.