¡África, África, África!
Hoy 25 de mayo, cuando se celebra universalmente el Día de África, para conmemorar la fundación de la Organización para la Unidad Africana, dar a conocer las diferentes problemáticas que sigue enfrentando el continente, y a la vez reivindicar los avances alcanzados incluyendo su liberación colonial, Cuba está más cerca de África, y África penetra aún más en el corazón de los cubanos, laten como uno solo en bien del progreso de nuestros pueblos.
África, África, África, es el llamado de hoy para lograr el equilibrio de este mundo desequilibrado, que ahoga a muchos de sus pueblos, aunque ya apartados de la colonización, han mantenido la dependencia económica como suministradores de materias primas y destrucción de su patrimonio natural con el saqueo de las riquezas minerales, forestales y la depredación de la fauna autóctona, con muchas especies en peligro de extinción.
Cuando en 1975 los cubanos llegaron al continente africano para contribuir a la independencia continental, primero en Angola, Etiopía, Namibia, la eliminación del Apartheith en Sudáfrica, en el enfrentamiento al antiguo Zaire, hoy República del Congo, para lograr la tan esperada paz que acabara con la sumisión de esos pueblos, se estaban escribiendo inéditas páginas de humanismo, solidaridad e internacionalismo; fue así que África se hizo más nuestra, más del sentir de los cubanos.
El amor por África y sus hijos creció también para os cubanos cuando a partir de octubre de 1977 el Comandante en Jefe Fidel Castro, en acuerdo con los máximos líderes de esos países, emprendieron un programa de educación internacionalista en la Isla de la Juventud, que después abarcó a Cuba, sembrando el pan de la enseñanza para mitigar la ignorancia, abrirles los ojos los ojos para combatir la explotación y la ignominia, a más de 60 mil niños y jóvenes de más de 50 países que se formaron aquí en un hermoso gesto de total humanidad que se extendió hasta el 2008 cuando fue cerrado el plan con la retirada de los estudiantes saharauis.
África, África, África es un interminable llamado a la razón y la justicia. ¡Tenemos tanto de África! que sería interminable exponer cada detalle, pero los jóvenes que aquí crecieron y se formaron, a su regreso llevaron en sus corazones a Cuba y a la Isla, a los cubanos y los pineros que estrecharon sus emociones en un interminable abrazo que aún vive en muchas familias, profesores, trabajadores de la salud y de educación en general, en una buena parte de la generación que en esos años compartió espacio con ellos en nuestra querida Isla de la Juventud.
Esos jóvenes llegaron a calar tanto en el corazón de los pineros que hasta se hicieron tesis de grado referativas a sus costumbres y tradiciones, como un excepcional legado a la cultura universal, nacional y local. Así tenemos al artista visual pinero Rafael M. Calvo Gonzalez con más de tres décadas de exitosa profesión, quien en 1990 al realizar su tesis de grado en la Escuela Nacional de Arte decidió tomar como tema las marcas que identificaban a muchos de los estudiantes de varios países provenientes de diferentes etnias, logrando un ejercicio profesional de alto calibre que le permitió múltiples elogios y consideraciones de especialistas y profesores. Fue tan fuerte la influencia de la cultura africana en él, que a partir de entonces abrazó el tema, profundizó minuciosamente en sus interioridades, y el africanismo, con una mirada desde la Isla de la Juventud, ha constituido el motivo central de su obra.
Hoy sentimos el orgullo de que la proverbial riqueza de la cultura africana haya sido una de las progenitoras de la nuestra, haya solidificado sus raíces aquí para ser también más y mejores cubanos.
Rafael M. Calvo González
Por Redacción Web
Fotos colección privada del artista Rafael M. Calvo y la red.