marzo 29, 2024 ¿Quienes somos?

Almuiña, uno de los imprescindibles

A 45 AÑOS DE SU DESAPARICIÓN FÍSICA.

“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores
 Hay quienes luchan muchos años, y son 
muy buenos. Pero los hay que luchan
toda la vida: esos son los imprescindibles”.

Bertold Brech

Hoy, con sumo placer voy a hablarles de “un hombre común”, que por su dimensión, ética, alto sentido del deber, consagración y entrega a hacer el bien, acaparó los corazones de los pineros, el de sus compañeros de labor, y el de su familia integrada por su esposa Mercedes y sus dos hijos: José Almuiña González (1941-1977), uno de los imprescindibles en la historia pinera de la década del ’70 del pasado siglo.

No exagero al decirles que ese “hombre común” tuvo una infancia, adolescencia y juventud muy dinámica, que le permitió vencer los grados de la primaria y secundaria, incluso, el primero del bachillerato, y a la vez aprender diferentes oficios y profesiones que le ayudaron en la vida a salir adelante, como las de cartero, mecanografía, técnico de radio y televisión, tornería, notaría, todas con muy bajo salario, que apenas le alcanzaba para el sustento.

Una hermosa hoja de servicios acompañó la vida de Almuiña en favor de la Revolución, desde su participación en manifestaciones y huelgas contra la dictadura batistiana, el desenvolvimiento en la lucha clandestina como colaborador del Movimiento 26 de Julio en la colocación de propagandas y carteles, venta de bonos y en la huelga del 9 de abril.

Al triunfo de la Revolución, participa en la toma de la Primera Estación de Policía y a finales de 1959 se incorpora a las Milicias Nacionales Revolucionarias, se suma como alfabetizador popular durante la Campaña de Alfabetización, forma parte de las operaciones de la lucha contra bandidos (LCB), y más adelante participa como miliciano de la división de comunicaciones en Playa Girón y en la custodia de nuestras fronteras durante la Crisis de Octubre en 1962.

Una vez concluidas esas misiones se desempeña en las Fuerzas Armadas Revolucionarias como técnico de helicópteros hasta el año 1965, y posteriormente en el Ministerio de la Construcción.

Esas cualidades manifiestas le hicieron merecedor del otorgamiento de la muy ansiada militancia en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), organización que lo curtió como cuadro revolucionario, comunista, excelente conductor de masas y cultivador del amor y amistad con una elevada exigencia y jovial carácter, siempre incompatible con la tolerancia, la irresponsabilidad y el incumplimiento.

De este modo se mostró como uno de los imprescindibles, cualidad bien identificada por el Buró Nacional de la UJC, por lo cual le permitió desempeñarse en la dirección de la organización desde 1966. Por los resultados alcanzados en su labor como cuadro, en 1970  dio el paso frente al llamado de Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de ir a la Isla de Pinos para reconstruirla aun postergando sagrados compromisos personales.

Es designado entonces como Primer Secretario del Comité Regional de la UJC, en diciembre de 1970, alta responsabilidad que compartió con una excelente tropa juvenil en una época de duro e intenso batallar en una Isla que demandaba cada vez más de la fuerza de esos bisoños agigantados ante el cumplimiento del deber.

Entre sus más cercanos compañeros en la UJC se encontraban: Roberto González, Magalys Mier, Eloy López, Ismael González, Oscar Alfonso, Alejandro Cordero, Cruz Domínguez, el hoy mártir internacionalista Pedro Bueno, y Abel Pérez García, quien se desempeñaba como miembro del buró para atender la Esfera de Jóvenes Trabajadores, quien guarda hermosos recuerdos del Almuiña hombre, padre de familia, revolucionario, amigo y jefe, como los que me refirió vía Messenger:

“Almuiña fue un hombre, amigo y jefe excepcional: crítico y autocritico, exigente, en primer lugar consigo mismo; trabajador incansable, capaz, coherente y sistemático en su actuar. ¡Excelente padre de familia!

“Como Primer Secretario de la UJC Municipal demostró sus cualidades de buen conductor como cuadro revolucionario y formador de las nuevas generaciones. Enfrentamos múltiples tareas que enaltecieron el quehacer de la juventud pinera de aquellos tiempos. “Recuerdo cuando asistíamos junto a otros compañeros, a la Filial Pedagógica de La Demajagua para formarnos como profesores de Historia durante cinco años, en los que obtuvo las máximas calificaciones por ese extraordinario espíritu de superación. “La modestia, sencillez y jovialidad eran rasgos distintivos de su personalidad. Debido a todas esas virtudes, su autoridad cada día fue creciendo hasta convertirse en uno de los dirigentes más queridos del territorio”.

El programa de Escuelas Secundarias Básicas en el Campo (Esbec) había comenzado a crecer en la Isla desde de los ’60, incrementándose en los ‘70  con la construcción de las escuelas por la llegada de jóvenes habaneros y de toda Cuba, en un proceso que demandaba esfuerzos superiores en todos los ámbitos de la  economía, la sociedad, el trabajo político-ideológico; ocasión propicia para que, dados los resultados de su labor en la conducción de la UJC, fuera promovido en 1974 para integrar el Buró Ejecutivo Municipal del Partido para atender la esfera de Educación.

En esa época estaba El Comité Municipal del PCC presidido por  un grupo de queridos y consagrados cuadros como Arturo Lince quien se desempeñaba como Primer Secretario, e integrado, por Félix Mojena, Roberto Ogando, Agustín López, Lázaro Mora, Layda Adam, Manuel Orza, Julio González y Pedro Pérez, entre otros.

Su labor como cuadro partidista caló en los jóvenes y trabajadores del sector, que lo siguieron en el cumplimiento de las tareas encomendadas, incluyendo una que creció con una elevada dimensión humana y social como lo fue el Programa de Educación Internacionalista, que debutó el 12 de octubre de 1977 con el arribo de los primeros estudiantes procedentes de Mozambique.

Muchas horas de esfuerzo y entrega demandaron de Almuiña estos duros momentos, quien desarrollaba extensas jornadas de trabajo como la del día dos de noviembre de 1977, cuando al regreso del cumplimiento de una de sus misiones del día, tuvo un accidente automovilístico que le causó la muerte junto a su chofer.  

Gran expresión de duelo y dolor manifestó el pueblo pinero, el que como un gran mar de pueblo acompañó a él y a Gastón Leyva, conductor del auto, hasta su última morada, demostrando la valía de su figura en el devenir pinero de aquellos tiempos. Orlando Fundora, Jefe de la Oficina de Orientación Revolucionaria del Comité Central del PCC en aquel momento, tuvo a su cargo la despedida del duelo con elogiosas y sentidas palabras.

Solo transcurrieron 365 jornadas para que en esa misma fecha, pero de 1978, Félix Mojena Beltrán, Segundo Secretario del Partido en la Isla, dejara inaugurado el Seminternado de Primaria que lleva su nombre en el reparto Gran Panel I de La Fe. Un colectivo de maestros y unos 900 pioneros, que a partir de ese día, juraron seguir el ejemplo de Almuiña, y venerar su obra en la educación de las más jóvenes generaciones el cual constituye un paradigma de la comunidad identificado desde sus inicios con el lema:

“José Almuiña González, faro y guía del presente,
donde brilla firmemente el Partido Comunista,
es una escuela muy lista para cualquier situación,
¡Viva la Revolución y el Partido Comunista!”


Foto 1: Entrega de bandera a colectivo de la Esbec “Vanguardia de La Habana”

Foto  2: José Almuiña y el Buró Municipal del PCC

Foto 3: Acto conmemorativo por el natalicio de Lenin en el Icap.

Foto 4: Histórica foto de cuatro Primeros Secretarios de la UJC desde los años 60’. De izquierda a derecha: Jesús Pérez Otón, Manuel Torres Muñiz, José Almuiña González y Roberto González Álvarez.

 Foto 5: Muestra del periódico Victoria que refleja el sepelio de José Almuiña.

Foto 6: Homenaje:Escuela primaria “José Almuiña”.


Fotos: Cortesía de Mercedes Barredo y Abel Pérez

Por: Sergio I. Rivero Carrasco

Comentario en "Almuiña, uno de los imprescindibles"

  1. Cecilia Valdés Piñon dice:

    Magnífico compañero que conocimos muy de cerca por mantener relaciones de trabajo desde el trabajo de la ujc y de amistad entre familia 🙏🙏🙏 un ejemplo a seguir por las generaciones que le sucedieron

  2. Xiomara dice:

    Gracias por hacer esa reseña tan ilustrativa de la vida de uno de los dirigentes pinero que no olvidamos por su incansable dedicación al trabajo,sencillez ,humildad del que tuve la oportunidad de aprender de sus enseñanzas y su ejemplo

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