Céspedes, una luz eterna para la patria
Céspedes fue una luz para su Cuba y la independencia, hace hoy 205 años que nació el que fuera honorificado con el título de “Padre de la Patria”, por sus convicciones, sus hechos, por su hidalguía y la fecunda historia con que adornó su figura.
Fue el 18 de abril de 1819 cuando su Patria padecía de los horrores de la esclavitud, sumida a los horrores de la metrópolis española y aunque provenía de una familia hacendada, sus convicciones fueron mucho más allá de su situación económica y del pensamiento retrógrado y entreguista de su clase.
Él saltó por encima de ellos, puso el corazón y sus convicciones por delante, contra todos los pronósticos dio la libertad a sus esclavos y proclamó el primer grito de Independencia o muerte ¡Viva Cubana Libre! en su ingenio La Demajagua aquel venturoso 10 de octubre de 1868, con lo cual se inicia el proceso independentista en Cuba. Fue Céspedes el primigenio, y por si fuera poco, siguió con sus hombres a conquistar a otros para que se unieran a la lucha libertaria. Ese fue Céspedes, el que dio la primera luz a partir de la cual se iluminó el camino que nos ha traído aquí por más de 155 años.
La carta de presentación de todo hombre es su obra, dijo el Apóstol, lo que se corrobora con la entrega sin límites a hacer el bien y la trascendencia en las personas de su época y en la historia hacen que Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, sea el Primer Presidente de la República en Armas, se convirtiera, sin proponérselo, en el gran padre de los cubanos. “Oscar no es mi único hijo, soy el padre de todos los cubanos que han muerto por la Revolución” fue su categórica respuesta cuando el Capitán General de la Isla, Caballero de Rodas le envió un mensaje comunicándole que su hijo menor había sido capturado y condenado a muerte.
Esa hidalguía también lo acompañó cuando atacó sigilosamente, con su reducido ejército, a la guarnición española apostada en el poblado de Yara. Ante la fuerte respuesta se dispersaron en varias direcciones, pero él logró reagrupar a un grupo de combatientes, uno de los cuales exclamó con desaliento que todo se había perdido. Céspedes contestó con energía y seguridad: “Aún quedamos doce hombres; bastan para hacer la independencia de Cuba”; frase que también estimuló a Fidel después del combate de Alegría de Pío y Cinco Palmas para continuar la lucha guerrillera en la Sierra.
En este 205 aniversario de su natalicio le damos especial importancia al pensamiento antianexionista del Padre de la patria. Tengamos en cuenta que los Estados Unidos siempre ha ambicionado apoderase de nuestro país, y Céspedes, en varias ocasiones, denunció las verdaderas intenciones del vecino del norte, así lo expresó en una carta a José Manuel Mestre a mediados de 1870:
[…] Por lo que respecta a los Estados Unidos tal vez estaré equivocado; pero en mi concepto su gobierno a lo que aspira es a apoderarse de Cuba sin complicaciones peligrosas para su nación y entretanto que no salga del dominio de España, siquiera sea para constituirse en poder independiente; este es el secreto de su política y mucho me temo que cuanto haga o proponga sea para entretenernos y que no acudamos en busca de otros amigos más eficaces o desinteresados […]
En la actualidad la política norteamericana continúa siendo de hostilidad hacia la Revolución Cubana, varios ejemplos lo demuestran como son el cruel bloqueo económico, comercial y financiero que se ha propuesto rendir al pueblo cubano por hambre y necesidades, de forma tal, que el pueblo pierda la confianza en la dirección del país. Permanecen intactas leyes genocidas como la Torricelli y la Helms-Burton, que prohíben a las empresas extranjeras invertir en Cuba y a las navieras, tocar puertos cubanos, junto a una política apliacada en guerra de cuarta generación utilizando el ciberespacio como campo de batalla para subvertir al país y destruir la Revolución. Céspedes tuvo absoluta claridad cuando habló de las intenciones de Estados Unidos con respecto a Cuba.
Será Céspedes para todos los tiempos la luz de la patria, el Padre de la patria, el que nunca cejó en el empeño de luchar hasta las últimas consecuencias por la plena libertad de Cuba sin injerencias, como lo hacemos los cubanos de hoy también en su nombre: ¡Viva Céspedes! ¡Viva Cuba Libre!
Carlos Manuel de Céspedes, el hombre que profetizó la primera revolución.
Por Sergio I. Rivero Carrasco
Fotos tomadas de la Red