mayo 19, 2024 ¿Quienes somos?

”El único sacerdote de la guerrilla en la Sierra Maestra.”

El único párroco de la guerrilla de la Sierra Maestra, el Padre Sardíñas, nació el 6 de mayo de 1917 en la ciudad de Sagua La Grande, antigua provincia de Las Villas, actual Villaclara, quien siendo sacerdote prestó también sus valiosos servicios religiosos en la Iglesia Católica de Nueva Gerona.

Fue el 27 de febrero de 1954, hace hoy 67 años, cuando este territorio insular cubano tuvo el orgullo de recibir en la parroquia de Nueva Gerona “Nuestra Señora de los Dolores y San Nicolás de Bari”, al cura párroco Guillermo Sardiñas Menéndez, llegado aquí con el propósito de comenzar a oficiar en ella.

Por su origen en una familia humilde, amante ferviente del pueblo y de las causas justas, hizo que muy rápido se identificara con los revolucionarios pineros. Conmovido por los hechos del 26 de julio de 1953 con el asalto al cuartel Moncada, y por estar en contra  de la dictadura de Fulgencio Batista, al constituirse las primeras células del Movimiento 26 de Julio, fue captado por Magaly Montané Oropesa para integrar la organización clandestina.

Durante estos años, cuando más se necesitaba en la Isla por su prédica constante desde el púlpito para condenar a la tiranía, decide incorporarse a la Sierra Maestra junto a Fidel en la Columna No. 1, desempeñándose durante 18 meses en la vida guerrillera hasta el triunfo definitivo de la lucha como capellán del Ejército Rebelde, oficiando misas, abriendo escuelas, relacionándose con los campesinos a los que transmitía optimismo, la prédica de la justeza de la lucha y la necesidad de apoyarla por la emancipación de Cuba.

Su apoyo desinteresado a la Revolución como bien planteaba él mismo no fue solo de forma espiritual sino porque “yo me sentía parte del pueblo, y como tal deseaba su liberación, no había lugar para la vacilación, de cualquier forma nuestro país debía reconquistar su libertad”.

Poseía el Padre Guillermo un alto grado de positivismo y optimismo, razón por los que sus compañeros de lucha han expresado que cuando surgía un problema, en su conciencia no había excusa para la duda o voluntad para su solución; solo su presencia tranquilizaba, y las complicaciones se hacían más pequeñas con su apoyo. El 21 de diciembre de 1964, muy joven aún, al cumplir 48 años, pasó a la inmortalidad, hoy su prédica sigue viva entre los agradecidos de la tierra.

Años después de su muerte, Fidel expresó sobre él: “El padre Sardiñas vistió hasta sus últimos días, una sotana verde olivo con los grados de comandante diseñada para él por Camilo Cienfuegos”.

Fidel en la Sierra Maestra


Por Sergio I. Rivero Carrasco

Fotos trabajadas desde la Red.

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