noviembre 6, 2024 ¿Quienes somos?

“Esta es la Revolución de Camilo.”

• EN HOMENAJE AL ANIVERSARIO 65 DEL ÚLTIMO DISCURSO PRONUNCIADO POR CAMILO CIENFUEGOS AL PUEBLO DE CUBA.

Fue el lunes 26 de octubre de 1959 cuando el comandante inmortal Camilo Cienfuegos Gorriarán pronunció su último discurso frente al Palacio Presidencial, donde se congregó un millón y medio de cubanos como digna y viril respuesta a la convocatoria realizada al pueblo para contrarrestar la agresión extranjera, en defensa de la soberanía e independencia definitiva de Cuba, que recibía así de su pueblo, el más incondicional apoyo a la naciente Revolución.
Se aproximaban ese día las cuatro de la tarde cuando idio inicio multitudinario acto donde hicieron uso de la palabra varios líderes revolucionarios como el Che, Osvaldo Dorticós, Rolando Cubela, Raúl Castro, Juan Almeida, Fidel, y muy especialmente el Héroe de Yaguajay Camilo Cienfuegos. Ninguno de los presentes podía imaginar que fuera ese su último discurso ante el pueblo, porque dos días después desaparecería en el avión Cessna cuando regresaba de Camagüey, donde había ido a cumplir un importante encargo de Fidel.

Es importante hoy después de 65 años, tener muy presente la prédica unitaria y altruista de Camilo en sus palabras aquel 26 de octubre de 1959:
“Pueblo de Cuba:
Como la Sierra Maestra, es hoy la vergüenza, la dignidad y el valor del pueblo de Cuba, en esta monstruosa concentración frente a este Palacio, hoy revolucionario, del pueblo de Cuba. (Ovación)
“El Pico invencible del Turquino es hoy y será siempre el apoyo de este pueblo cubano a la Revolución que se hizo para este pueblo cubano (aplausos).
“Se demuestra esta tarde que no importan las traiciones arteras que puedan hacer a este pueblo y a esta Revolución; que no importa que vengan aviones mercenarios tripulados por criminales de guerra y amparados por intereses poderosos del gobierno norteamericano, porque aquí (larga ovación) porque aquí hay un pueblo que no se deja confundir por los traidores, que hay un pueblo que no le teme a la aviación mercenaria, como no le temieron las tropas rebeldes cuando avanzaban a la ofensiva, a los aviones de la dictadura… (Ovación).
“Porque este acto monstruoso confirma la fe inquebrantable del pueblo cubano en este gobierno, porque sabemos que este pueblo cubano no se dejará confundir por las campañas hechas por los enemigos de la Revolución; porque el pueblo de Cuba sabe que por cada traidor que surja, se harán nuevas leyes revolucionarias en favor del pueblo (Ovación), porque el pueblo cubano sabe que por cada traidor que surja, habrá mil soldados rebeldes que estén dispuestos a morir defendiendo la libertad y la soberanía que conquistó este pueblo.
“Porque vemos los carteles y oímos las voces de este pueblo valiente que dice: ‘¡Adelante, Fidel, que Cuba está contigo!’. (Gran ovación) Y hoy el Ejército Rebelde, los hombres que cayeron en las montañas, los hombres que no se venden a intereses, que no se atemorizan le dicen: ¡adelante, Fidel! (Fuertes y prolongados aplausos) ¡el Ejército Rebelde está contigo!

“Esta manifestación de pueblo, estos obreros, estos campesinos, estos estudiantes que hoy vienen a este Palacio, nos dan las energías suficientes para seguir con la Reforma Agraria, y no se detendrá ante nada ni nadie. Porque hoy se demuestra que lo mismo que supieron (morir) vente mil cubanos por lograr esta libertad y esta soberanía, hay un pueblo entero dispuesto a morir si es necesario por no vivir de rodillas. (Gran ovación de apoyo)
“Para detener esta revolución cubanísima, tiene que morir un pueblo entero y si eso llegara a pasar, serían una realidad los versos de Bonifacio Byrne:
‘Si deshecha en menudos pedazos
se llega a ver mi bandera algún día, /
nuestros muertos, alzando los brazos,
la sabrán defender todavía…’.
Con esa misma fuerza pujante continuó Camilo su discurso abriéndole su corazón al pueblo cuando colmado por la emoción revolucionaria le decía:
“De rodillas nos pondremos una vez, y una vez, inclinaremos nuestras frentes… y será el día que lleguemos a la tierra cubana que guarda veinte mil cubanos, para decirles: “¡Hermanos, la Revolución está hecha, vuestra sangre no salió en vano!”.

Nunca la sangre derramada por los más de 20 mil cubanos que entregaron sus vidas en la contienda fue en vano, cada vez era mayor era la fuerza del pueblo, de los cubanos patriotas que se incorporaban a las Milicias en cifra superior al medio millón en los primeros momentos para defender a la Revolución y enfrentar las acciones imperialistas cumpliendo paso a paso el legado histórico de Camilo cuando expresó en su último discurso:
“¡Para detener esta Revolución cubanísima, tiene que morir un pueblo entero”.
¡Ese es el legado para todos los tiempos!


Texto Redacción Web
Fotos: Tomadas de la red

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