abril 26, 2024 ¿Quienes somos?

Fidel siempre por la verdad

Como buenos patriotas y periodistas de ley, estamos muy comprometidos con la obra revolucionaria, su defensa y el ejercicio de la verdad frente a la avalancha de descrédito, falacias y fake news que se disparan por segundo desde el imperio contra nuestro país. Esa ética del bien y la verdad se la debemos, en primer término, a Fidel.

Cuando se cumple este 25 de noviembre el VI Aniversario de su paso a la inmortalidad, se mantienen vitales sus valiosas ideas y el camino transitable de la batalla por un mejor país para nuestro pueblo, nos viene a la memoria las muchas veces que reunido con los integrantes del gremio y otros intelectuales nos conminaba a ser estudiosos, leales, honestos, combativos, diligentes, oportunos y creativos en el ejercicio del “mejor oficio del mundo” como calificó su amigo el “Gabo” al Periodismo.

Fue en el VII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) en marzo de 1999, el cónclave en el que el Jefe de la Revolución convocó a su ejército de periodistas a “conspirar”: Sí, a “conspirar”; nos convocó a conspirar por la verdad, a guardar algunos pequeños “secretos” anticipados acerca del curso y medidas que se aplicarían en lo adelante; nos convocó a ser ciudadanos dignos, a aplicar la inteligencia y la preparación amplia de cada uno en todos los ámbitos de la vida, incluso en la naciente Internet, de la que dijo “pareciera una herramienta diseñada para los cubanos”, porque ante tanta guerra mediática y despiadada contra Cuba, podía ponerse a la par nuestra verdad.

Integrantes de la delegación pinera al VII Congreso de la Upec Diego Rodríguez, Pedro Blanco, Clara Álvarez, Riquelma Pentón, Jorge Gutiérrez y Sergio Rivero, (De izquierda a derecha).1999.

Ese congreso por su dimensión, altura y trascendencia para la organización y los periodistas, fue un evento irrepetible en el que Fidel, todo desenfadado reía a carcajadas con las ocurrencias de algunos colegas: “trajinaba” con gesto cariñoso a Guillermo Cabrera “El Sabio”, como él lo calificó, Director entonces del Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” en proceso de inversión en ese momento, y le prometía a José Alejandro Rodríguez, “Pepe”, que le iba a dar la añorada entrevista. Fue un encuentro entre amigos, entre colegas, y la ocasión en la que personalmente, estuve más cercano a él, tanto en las sesiones extendidas del Congreso, como en la visita que nos programó el último día a la recién inaugurada Escuela Latinoamericana de Medicina.

Ahora cada 25 de noviembre nos avisa que han pasado otros nuevos 365 días para rememorar ese momento triste de la noche en el que Raúl compareciera ante toda la nación, para anunciar el deceso del Comandante en Jefe, momento desde el cual el más ilustre cubano del Siglo XX, ideal y guía de este pueblo, pasara a la inmortalidad y dejara una imborrable huella con su permanente presencia en cada momento de la cotidianidad.

Fidel lo dijo casi todo, diseñó casi todo, lo previó casi todo; era de los que se trasladaba al futuro y regresaba para planificarlo y contarlo. Entonces, siempre con mira al presente, sin dejar atrás lo vencido o soñar el futuro, nos convertimos en caprichosos archivos de lo trascendente, memorable, luminoso, pero igual sucede con la conmoción, lo trágico, lo triste, lo inconcebible, y la muerte resulta uno de los irreparables dolores que oprimen el pecho, mas encumbran y glorifican si fue loable la obra de la vida.

Foto: Tomada de la red.

Descansa hoy el líder indiscutible y vencedor de la muerte de la forma más sencilla, tal como fue su vida, en su monolítica simulación al grano de maíz, en la que con Martí aprendió que cabe toda la gloria del mundo. Toda Cuba convertida en cascadas de lágrimas iluminadas por doquier, solemnizó el paso de esa nueva Caravana de la Libertad en sentido inverso, desde La Habana hasta Santiago.

Su pueblo mostraba en los rostros, carteles, montañas y carreteras el compromiso eterno de ser como él. Ser como él no como slogan, sino devenido concepto imperecedero, actitud ante la vida, sencillez extrema, altruismo inigualable;  eterno amor y consagración a la Patria y a sus próceres.

Hemos arribado por sexta ocasión a otro 25 de noviembre, y Fidel se nos vuelve a presentar tan lúcido y visionario como cuando nos avizoró apenas el triunfo, que en lo adelante  “todo sería más difícil”  y así ha sido, porque también nos inculcó cómo ser ciudadanos  dignos y fieles, que manteniendo vivo su legado, construimos, creamos, resistimos, nos saltamos los cercos, nos erguimos sobre escudos de dignidad y enfrentamos a los que emprenden su odio contra lo noble y solidario de este pueblo.

Por su irradiada presencia en cada instante crucial de la vida de los cubanos, hechos continuidad, hechos Cuba, los periodistas de academia o de oficio, pero periodistas, mantenemos vivo su legado de fidelidad infinita, apego a la verdad en perenne conspiración con la causa revolucionaria en este tiempo de multiplicados ataques, de feroz lucha ideológica, y en el que el imperio ha apostado todas sus cartas para destruir a la Revolución sin éxito alguno. Ese siempre será el más digno homenaje a Fidel: Nuestra conspiración por la verdad.

Muchas razones a defender - Canción a Fidel Castro


Texto: Sergio I. Rivero Carrasco

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