diciembre 2, 2024 ¿Quienes somos?

Hiroshima: una apuesta por la vida

Hace ya una década, en una visita realizada por el Comandante Eterno Fidel Castro a Japón, específicamente durante su estancia en el Museo de la Paz, dejó plasmado en el libro de homenaje a las víctimas de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki un reclamo universal: “Qué jamás vuelva a ocurrir semejante barbarie”.  

Era este una apuesta por la vida, como un grito de protesta y la solicitud a la cordura, era como un eterno homenaje a los muertos y para que la humanidad no tuviera de sufrir de nuevo una desgarradura similar a la de aquel seis de agosto de 1945 cuando el gobernante norteamericano Harry Truman, para asegurar la rendición del país del Sol Naciente en la Segunda Guerra Mundial, dio la orden de lanzar la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima con lo cual se inició la catastrófica era nuclear.

Las estadísticas dan fe que de forma inmediata  fueron desaparecidas de la faz de la tierra unas 80 mil personas indefensas en Hiroshima, y tres días después, el nueve de agosto, repetirían la desgarradora “hazaña” en la ciudad de Nagasaki provocando 74 mil decesos más, cifra que excluye a los miles de personas que han quedado en mal estado de salud por el efecto de las ondas radioactivas o que posteriormente fallecieron como consecuencia de los daños recibidos.

Hiroshima devastada por la bomba atómica.

¡Pero Estados Unidos NO pidió perdón a los japoneses! ¡Estados Unidos NO lamentó jamás ese horrendo genocidio! ¡Estados Unidos NO aprendió la lección!

Los 78 años que nos separan de esos terribles momentos solo han servido para que la Gran Nación continuara la carrera armamentista causando la muerte por guerras expansionistas, por el dominio económico y de recursos naturales, como lo han hecho en Iraq, Afganistán, la Franja de Gaza en Palestina, Siria, Libia, por mencionar algunos, que han duplicado las cifras de muertos si los comparamos con los provocados en Japón, y todos tienen un factor común: “daños colaterales”, mueren mayoritariamente los civiles que no son culpables de nada.

Esta carrera desesperada por los recursos naturales y el dominio universal lo lleva a cometer infinidad de errores como lo están haciendo hoy con sus ínfulas de gendarme mundial, controladores de la OTAN, avocados contra Rusia, China, Corea por el dominio geopolítico mundial y los combustibles fósiles como el petróleo, el gas, uranio, el litio, además de otros como el oro y la plata que también ambicionan, y para lograrlo aplican las más sucias políticas contra los países que los poseen, incluso, tratando de derrocar a los gobiernos que no comparten su política y han enrumbado de manera diferente su desarrollo.

Estados Unidos se erige como gendarme mundial guerrerista

Cada vez que hacemos un paneo a la situación que vive la humanidad hoy, nos damos cuenta de que Hiroshima y Nagasaki tienen mucho que advertir todavía, porque este mundo agobiado por fuertes pandemias como lo ha sido la covid-19 estuvo presente muy rápido en unos meses en 185 países en los que se contagiaron de la enfermedad unos 18 millones de personas y de ellas más de siete millones de fallecidos hasta el 21 de julio del presente año, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 51 veces más que los muertos de Hiroshima y Nagasaki.

Estados Unidos es la otra pandemia que se yergue sobre las demás pandemias. Su actitud agresiva y desafiante, las ínfulas de poder, el abuso, sanciones y persecuciones a los países más pobres, se han incrementado multiplicando el dolor, la desolación y el hambre, mientras también contradictoriamente ha mostrado su incapacidad para dominar la pandemia al levantarse en el 2021 como epicentro de la enfermedad en el orbe y el continente como consecuencia de su política de capitalismo engrandecido y maltrecho a punto de estallar.

Visita de Fidel al Monumento a la Paz de Japón en marzo del 2003

Todavía estas ciudades niponas, varias desbastadas por la crueldad imperial tienen que advertir que hoy existen miles de bombas atómicas u otras armas nucleares que multiplican con creces los efectos de aquellas iniciales que Truman decidió lanzar. Hoy el inquilino de la Casa Blanca Joe Biden, refuerza sin medir consecuencias, como loco avaricioso y mentiroso, que solo cree en el poder, que no tiene límites para el mal, por tanto, estimula y abastece hasta con bombas de racimo como las empleadas en Viet-Nam y otras naciones, a la punta de lanza que representa el conflicto de Ucrania.

La principal advertencia hoy es que Hiroshima y Nagasaki apuestan hoy por el predominio de la paz, la principal advertencia que nos pudieran hacer es  precisamente que el único modo de sobrevivir a este holocausto es que este mundo tiene que estar cada vez más unido para impedir que nuevos hongos inunden los cielos y tantos seres humanos pierdan su más elemental derecho: La vida.

Así fue el ataque nuclear contra Hiroshima: 75 años de la bomba atómica -


Por: Sergio I. Rivero Carrasco

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