septiembre 9, 2024 ¿Quienes somos?

La Ciénaga de Lanier (ll)

La Ciénaga de Lanier, que divide a la Isla de la Juventud en dos partes geológicamente diferentes, es el segundo humedal cubano en extensión luego de la Ciénaga de Zapata y cada año por estas fechas las lluvias estacionales la convierten en un paraíso de vida.

Declarada sitio Ramsar desde 1992, ese importante sitio de la geografía pinera se inunda con las lluvias estivales, lo que multiplica sus lagunas interiores y las aves migratorias llegan para anidar, tal como lo hacen las localesCon la abundancia de vida que caracteriza al gran pantano que divide el municipio especial, los manglares se revitalizan con tantas criaturas en busca de alimentos: las aves entre la floresta, recolectando insectos y pequeños frutos silvestres, mientras en las áreas de inundaciones se produce una explosión de vida cuando millones de pequeños invertebrados de desarrollan entre la vegetación flotante, atrayendo a los peces y éstos a las muchas aves acuáticas.

Gracias a la disponibilidad de alimento, muchas especies de aves preparan sus nidos entre la vegetación y algunas se juntan en colonias que pueden albergar hasta varios cientos de parejas, pero tal hacinamiento genera a veces riñas entre vecinos. Sin embargo, la riña acaba pronto porque el chapoteo atrae a los depredadores, como cocodrilos o tiburones que se adentran por los canalizos.

En las aguas más claras aparecen manatíes en busca de algas y pastos para saciar enorme apetito. El pacífico sirénido se desplaza lentamente, rodeado de peces que se alimentan con el limo que revuelven y los parásitos que cubren su cuerpo.

Su incesante actividad alimentaria es imprescindible para la supervivencia del manglar porque mantiene abierto los canales que, de otro modo, serían cubiertos por la vegetación, privando a las lagunas y canalizos interiores del imprescindible recambio de aguas que garantiza el oxígeno y los nutrientes a las especies que medran entre sus ramas y raíces.

En la Ciénaga de Lanier la perfección de la naturaleza se hace evidente en la interdependencia entre los centenares de especies de la flora y la fauna que pueblan ese humedal, devenido referente obligado en  la protección de la vida silvestre.

La Ciénaga de Lanier


Por Linet Gordillo Guillama

Fotos Jaime Prendes y Croma

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