diciembre 2, 2024 ¿Quienes somos?

"Lealtad, fidelidad y patriotismo en Almeida y Leal"

Varios son los acontecimientos que han marcado el 11 de septiembre como una fecha para la historia, caracterizada por una policromía de hechos, pero hay dos que nos atañen directamente como son la historia de dos valerosos y leales cubanos con especial reconocimiento como el eterno al Comandante de la Revolución cubana Juan Almeida Bosque, al cumplirse en esta fecha en el décimo cuarto aniversario de su deceso y al 81 del natalicio del cubano más leal, como se ha identificado al Maestro Eusebio Leal Spengler.

Dos corazones de cubanos dignos enlazados por la lealtad, la fidelidad y el patriotismo como altos valores que los enlaza en la defensa de la Revolución a la que dedicaron su vida en cada uno de los campos de batalla en los que les tocó desempeñarse.

El comandante de la Revolución Juan Almeida, hombre y padre ejemplar, sencillo, amoroso, profundamente humano, sensible y revolucionario que nos enseñó la máxima devenida principio frente a las constantes agresiones imperialistas contra nuestro país: “¡Aquí no se rinde nadie…”! que borró del diccionario de los cubanos la palabra rendición o derrota, el que para Fidel “siempre fue un hombre de principios de justicia y de profundos valores y convicciones revolucionarias”. Es el hombre que nos entregó hasta su último aliento, demostrando lo que un padre puede hacer por sus hijos como bien ha expresado su más pequeño Juan Guillermo: “enseñándoles la grandeza de ser humildes, de tener el coraje de los que nunca se rinden…” y así calar con su prédica y amor en sus vidas hasta convertirse en su verdadero Héroe.

Juan Almeida Bosque, un Comandante de Cuba

Fue también Almeida, ese héroe que abrazó a Fidel con el manto de la lealtad, y el trino de sus mejores acordes musicales desde las entrañas de la cultura nacional, con la belleza y simbolismo que atrapa. Sus palabras hacia el líder también lo mantienen vivo en su pueblo: “Fidel, es de la única persona que hablo con adjetivos y superlativos (…) Cada siglo tiene su hombre que lo marca en la historia, el siglo XX es el de Fidel. (…) No acostumbro a identificarlo con sus apellidos, los digo por el amor, el cariño y el afecto que siempre tuvo por sus padres”.

Mientras que Eusebio, quien cumpliría en esta jornada 81 años de fecunda vida, también fue ese hombre de leal pensamiento y acción, que entregó su talento y acción al rescate de tradiciones y valores patrimoniales de La Habana y de Cuba toda.

Es el hombre al que el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez caracterizó para la posteridad en ocasión de su deceso aquel aciago 31 de julio del 2020: “Ha muerto Don Eusebio de la memoria enamorada, el que nos hizo llorar y reír con la historia de la nación que somos al darle carácter y alma, poniéndole nombres e iluminando sus oscuridades como quien enciende luces en medio de la noche”. Las sábanas blancas de su Habana seguirán eternamente batidas por el fresco aire que la inunda por la bahía.

Eusebio Leal: “Yo solo aspiro a haber sido útil”

“Cuando lo olviden los hombres, lo recordarán las piedras”, vaticinó Magda Resik en su perfil de Facebook en una ocasión cuando descubría que sus cenizas descansarían en el Jardín Madre Teresa de Calcuta, de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, uno de sus sitios preferidos, donde quedan ya por siempre depositadas las cenizas de nuestro querido Historiador de la Ciudad.

En realidad el 11 de septiembre tiene muchos matices, hoy el Comandante Almeida y el Leal Eusebio nos acercan en tiempo a momentos excepcionales de la vida de los cubanos, al enaltecimiento eterno del amor por la nación, al tránsito infinito por la cultura y el deber de continuar forjando esta gran obra que es la Revolución Cubana desafiando los duros obstáculos que impone el gobierno yanqui al desarrollo de Cuba, y los males que implican esta nueva realidad postpandemia marcada por el recrudecimiento del sexagenario y genocida bloqueo impuesto por los Estados Unidos, ya bien agravado, a lo que se une la inclusión espuria de nuestro país en la lista unilateral yanqui de estados patrocinadores del terrorismo, marcada por una mayor dosis de maldad frente al humanismo y la solidaridad que el mundo y nuestro país necesitan para mantener la vida de nuestra especie.

Hoy recordamos con orgullo a dos corazones que aún desde su nueva dimensión, viven en sublimes legados de identidad, austeridad, valentía, honestidad; intrépidos, inteligentes, entrañablemente amados por su pueblo: Juan Almeida Bosque y Eusebio Leal Espengler: Dos grandes hombres leales, fieles y patriotas.


Por: Sergio I. Rivero Carrasco

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