octubre 4, 2024 ¿Quienes somos?

Oficialización y metamorfosis de la Enmienda Platt

“Nos impusieron una Enmienda Platt
con derecho a  intervenir en el país
cuantas veces les diera la gana (…)”.

Fidel

Fue el  12 de junio de 1901 hace hoy 122 años, cuando se efectuó en el seno de la Asamblea Constituyente en Cuba la última votación de 16 a favor y 11 en contra, por la cual quedó oficialmente aprobada la muy agresiva Enmienda Platt, un engendro impuesto a la fuerza como apéndice a la Constitución cubana de 1901, bajo la amenaza de que la nueva República nacía con esa fuerte dependencia que ello significaba, o no habría República. De este modo esta macabra Enmienda se convertía, en el certificado de nacimiento del neocolonialismo en nuestro país, era como un gran candado que cerraba las puertas a toda iniciativa local si no era aprobada por el gobierno yanqui que reinó aquí por 57 años, seis meses y 19 días.

Todas esas cosas que recoge la historia, eran bien contadas por el viejo José, quien era casi analfabeto pero con muy alto sentido de la honestidad, él ni hacía las anécdotas de sus vivencias en la época como lo hacían los diarios o aparecían en los textos de la seudorrepública. En ocasiones me decía: “¡Oiga vecino…! Usted no sabe nada de cómo era la cosa aquí; fíjese que antes Isla de Pinos ya no era de Cuba, aquí mandaban los norteamericanos que se fueron apropiando de todo. Muchos pineros de aquí, protestaron por eso porque decían que por una ley habían convertido a la Isla en tierra yanqui. ¡Qué barbaridad!”

Así me decía el veterano José, quién trabajó a inicios de siglo con empresarios norteamericanos residentes en la Isla en el traslado de la madera cortada en la zona Sur, para ser enviada después al país norteño. Con ella también salía pepino, melón, tomate, otras producciones y hasta el alma de muchos pineros. Él pudo vivir en carne propia el trato que recibían y los irrisorios salarios por las duras jornadas de trabajo.

Toda esa historia  que contaba era verdadera y tuvo su origen cuando al terminar la Guerra Hispano-Norteamericana con la injerencia de Estados Unidos en el conflicto que Cuba libraba con España, fue sometido nuestro país a una nueva dominación, muy lejos de alcanzar la independencia por la que los cubanos habían luchado desde 1868.

El año de 1901 resultó favorable para que el naciente imperialismo echara abono a sus planes contra la Mayor de las Antillas, ayudado aquí por falsos patriotas que le permitieron asegurar la disolución del gobierno de la República en Armas, del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí para continuar la obra revolucionaria en la etapa republicana y la disolución del Ejército Libertador, estableciendo esa especie de nuevo candado que cerraba las rejas a la verdadera independencia.

Leonard Wood, el rimbombante interventor gubernamental de Cuba en los días aciagos que sucedieron al fin de la Guerra Hispano-cubana-norteamericana, muestra de manera descarnada, el modo de implementar la anexión de la Isla de acuerdo con la “Doctrina del Destino Manifiesto”, en la que resalta la férrea dependencia económica y política, así como las vías para complementarla mediante la construcción de mentalidades:

"Por supuesto que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la Enmienda Platt (…) y lo único indicado ahora es buscar la anexión. (…) No puede hacer ciertos tratados sin nuestro consentimiento, ni pedir prestado más allá de ciertos límites. (…) Por todo lo cual, es evidente que están en lo absoluto en nuestras manos. (…). La Isla se norteamericanizará gradualmente y a su debido tiempo contaremos con una de las más ricas y deseables posesiones que hay en el mundo".

Fue así que la Enmienda Platt estableció el derecho de EE.UU. de intervenir en Cuba cuando lo considerara necesario, así como la obligación del futuro gobierno del archipiélago de ceder o vender territorios para emplazar bases navales, renunciar a la Isla de Pinos, aceptar la supervisión de Washington a acuerdos internacionales y otras cláusulas humillantes que finalmente por 16 votos contra 11 aprobó la asamblea cubana.

El sentir del cubano se transformaba y se fue ganando espacio para afianzar lo auténticamente nuestro y pensar en enfrentar el estados de cosas existentes en el país con la intervención yanqui. En tal sentido, la Dra. Graciella Pogolotti, en un artículo publicado sobre el tema nos expresa:

“Al sentimiento de frustración derivado de la imposición de la Enmienda Platt, al cabo de tanta sangre vertida, siguió un proceso de afianzamiento de los valores de la cultura nacional. Los maestros mantuvieron viva la memoria de los héroes. El enfrentamiento a las dictaduras respaldadas por el imperio contribuyó a la radicalización en el campo de las ideas. (…)

La noción de independencia se asoció progresivamente a la formulación de un propósito de justicia social, en renovada continuidad con el proyecto martiano. Esa síntesis histórica nutrió la plataforma programática de La historia me absolverá. La reivindicación de la soberanía nacional se inscribía entonces en una voluntad descolonizadora de mayor alcance, de dimensión latinoamericana y tercermundista. La voz de Cuba sobrepasó los límites de la Isla”.

A la Enmienda Platt después de su derogación en 1934 le siguieron otros tratados y leyes para mantener de algún modo sometido al país. Se implantó hace más de seis décadas el bloqueo económico-comercial y financiero por parte de Estados Unidos a nuestro país, acompañado también con férreas leyes como las Torricelli, la Helms Burton con todos sus títulos, encaminadas a mantener la bota y el candado contra el país.

Como reviviendo el engendro de 1901, el mismo 12 de junio, pero del 2020, el expresidente Donald Trump aprobó un nuevo paquete de medidas contra Cuba, que le permitieron dar infinitas vueltas de tuerca al bloqueo, ya de por sí inhumano y genocida. Tres años después cambió el Presidente, ahora Joe Biden, pero a pesar de sus anuncios de eliminar esas medidas, aún las mantiene intactas, incluso, algunas fortalecidas, lo cual ratifica que ¡El cuartico está igualito!, o peor… ¿Quién sabe?

Es como si la otrora Enmienda Platt sufriera una metamorfosis, en tiempo de crisis global generada por la pandemia de la COVID-19, fue incrementada la enfermiza acción de Washington contra Cuba al imponer 243 medidas coercitivas adicionales para ahogar por hambre y escasez de recursos de todo tipo a nuestro pueblo; y en enero del 2021, antes de abandonar la silla oval, Trump incluyó a Cuba en la espuria lista de países patrocinadores del Terrorismo, medida que les permite aislar a la Isla y poner todos los obstáculos posibles a las transacciones internacionales, acceso a los alimentos, financiamientos, entre otras, que ahogan mucho más a la familia cubana, como pronosticaba Lester Mallory en sus Enmiendas.

Ellos no se resisten a aceptar que solo a 90 millas al Sur, un país pequeño como Cuba pueda elegir una opción de vida y gobierno diferentes a la que preconiza su imperio decadente y cada vez más devorador y neoliberal, para ofrecer un futuro digno para la economía y la vida de sus hijos, que reconocen la fortaleza de la unidad como única enmienda y coraza para resistir, vencer y desarrollarse.

EEUU, Cuba y la Enmienda Platt

Por: Sergio I. Rivero Carrasco

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