Raúl Ferrer, maestro de los cubanos.
Fue el 15 de mayo de 1915 que vio la luz nuestro Raúl Ferrer Pérez en el poblado de Meneses en Yaguajay, actual provincia de Sancti Spíritus, educador rellollo y poeta cubano, que tuvo el gran mérito de coordinar la realización de la Campaña de Alfabetización en Cuba en 1961.¡Cuánto honor! para Raúl significó esa gran tarea dada por Fidel y la demostración de confianza en una decisiva acción sanadora de la ignorancia que elevó a nuestro país en la cúspides de las hazañas revolucionarias entonces, no solo para Latinoamérica, sino a nivel global.
Pero sus primeras nociones poéticas las recibió de su abuelo Eufemio, que más tarde descubrió su profesor de literatura. La oportunidad de relacionarse con hombres de letras y la influencia de los clásicos de la literatura universal, contribuyeron al enriquecimiento de su posterior trayectoria literaria.
Asociados a su labor pedagógica aparecieron sus primeros poemas: escuela, gente de pueblo, ideología y amor se fusionan en un verso vigoroso, saturado de carisma de su personalidad. Fue en 1941, con poco más de 20 años, que escribe su famoso poema “Romance de la niña mala” sobre cuando comenzó a trabajar como maestro cívico rural y llegó a la escuelita del batey del central Narcisa
En 1954 fue acusado públicamente por los dirigentes del Colegio Nacional de Maestros Normales y Equiparados (CNMNE) de realizar actividades comunistas. La corrupta dirección recibió respuesta rápida con una manifestación del Comité Socialista de Maestros, con el título "El dilema es: Patriotismo contra la Sumisión al Extranjero". El 2 de enero de 1959, junto con los compañeros del Comité Socialista de Maestros y miembros del Partido de Oposición Magisterial, participó en la toma revolucionaria del Colegio de Maestros Normales y Equiparados, sito en la calle Milagros # 10 esquina Delicia, Arroyo Apolo (hoy 10 de octubre). Por acuerdo de la asamblea de maestros, quedó destituida la dirigencia mujalista batistiana, que ocupaba la dirección del Colegio Nacional Normales y Equiparados.
Con el triunfo de la Revolución llegó la oportunidad para su completa realización, tanto en el ámbito pedagógico como poético. Importantes responsabilidades le fueron asignadas en el Ministerio de Educación; desempeñó un papel de primer orden como organizador de la Campaña de Alfabetización y luego en la Dirección de Educación para Adultos, hasta ocupar la responsabilidad de Viceministro.
La Revolución cada vez más confía en él y en 1981 fue designado Consejero Cultural en la Embajada Cubana en la URSS, y al regresar encabezó la Comisión Nacional de Promoción de la Lectura. Fue artífice de la Campaña Nacional por la Lectura y también desarrolló otras importantes tareas, entre ellas: representante de la cultura en la embajada cubana en la antigua URSS.
Su fecunda trayectoria se ve coronada con uno de los reconocimientos que más amó: El 28 de octubre de 1990 fue nombrado Hijo Ilustre de Yaguajay, tres años antes de su fallecimiento en La Habana el 12 de enero de 1993.
Sin temor a equivocarnos podemos decir que Raúl Ferrer fue un maestro que nació para enseñar a los cubanos. sobre La clase escribe en 1978, que enaltece el honor y la vergüenza del maestro verdadero:
La clase es una paloma
en la escuela de cristal.
En el mar sería la sal
y en la flor sería el aroma.
Por la clase, limpio asoma
de los niños el lucero.
Darla bien es lo primero,
que ella resume el amor,
la vergüenza y el honor
del maestro verdadero!
Así resumió Raúl Ferrer la esencia de la docencia, labor a la que se dedicó hasta su fallecimiento hace 31 años. Siempre será merecedor del recuerdo agradecido de su pueblo, que aprendió de él, un maestro rellollo y excepcional promotor cultural, que seguirá inspirando a las nuevas generaciones de educadores con su proverbial vocación martiana, su integral cultura y su fidelidad a la Revolución y la Patria.
Pedro Luis Ferrer: Romance de la niña mala
Por Redacción web.
Fotos tomadas de la Red