“Sí, ganamos la guerra y seguimos”

El martes 18 de diciembre de 1956, después de un día apacible para las tropas guerrilleras hace hoy 67 años, se produjo el histórico abrazo de Fidel y Raúl en la otrora finca El Salvador, propiedad entonces de Ramón Mongo Pérez ubicada en la localidad de Cinco Palmas en la Sierra Maestra. Ese reencuentro simboliza un primer momento de la unidad de los revolucionarios guerrilleros dispuestos a continuar la lucha.

Para la historia trascendió la conversación sostenida entre ellos, convertida en convicciones que acompañaron a los revolucionarios cubanos 16 días después del desembarco del Granma, el constante acoso de las tropas de la tiranía junto a la aviación,  y posterior al bautismo de fuego en el combate de Alegría de Pío el cinco de diciembre. Ese reencuentro en Cinco Palmas representa la confianza de Fidel en el pueblo para continuar la lucha.

Los testigos de aquel momento entre los que se incluyen a Fidel y Raúl, han descrito que bajo las palmas nuevas cerca del cañaveral de Mongo Pérez, los dos hermanos se estrechan en un emocionado abrazo, con un diálogo histórico en el  que Fidel le pregunta a Raúl “¿Cuántos fusiles traes?”, y Raúl le responde que “son cinco”. Con todo el optimismo y pasión que caracterizó siempre a los dos hermanos Fidel respondió con la célebre y simbólica frase que ratifica la fe en la victoria: “¡Y dos que tengo yo, siete! ¡Ahora sí ganamos la guerra!”

Y tuvo mucha razón Fidel, solo eran ocho hombres y siete fusiles, con ello continuó y creció la lucha guerrillera en las montañas, contaron con el insustituible apoyo de los campesinos, se unieron las acciones y organización de las fuerzas revolucionarias clandestinas en las ciudades contando con el apoyo incondicional de la población junto a la interacción entre estos dos frentes, que hicieron posible el Triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959, esa hazaña como la calificó el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez al cumplirse el aniversario 60 de aquel hecho: “Fidel ese día abrió el camino para llevar adelante la Revolución más limpia, solidaria y soberana que recuerde la historia y construyó una Patria también soberana, independiente y humana que es orgullo para todos”.

Los jóvenes cubanos guardan ese hecho como valioso paradigma para enfrentar las batallas de hoy, que no son menos heroicas que las de ayer. Mantener esta Revolución asediada fuertemente por el imperio más poderoso y el sostenido bloqueo impuesto al pueblo de cuba que ya cuenta con más de seis décadas, dice mucho de la valía y actitud de las actuales generaciones que emprenden las transformaciones, desarrollan la inteligencia y capacidad de resistencia como continuadoras de las que iniciaron las luchas hace 155 años.

¡Ganamos la guerra y seguimos! La Revolución está próxima a celebrar los 65 años de vida, repartiendo solidaridad, salud, educación y amor por el mundo a los más necesitados, compartiendo lo que tiene porque lo único que le sobra a los cubanos es honor, valentía y pasión  para mantener la Patria libre e independiente con eterna confianza en la Victoria.

Reencuentro De Fidel y Raúl en Cinco Palmas

Por Sergio I. Rivero Carrasco