Un Che que late cada día en los cubanos
“Lo único que puedo decirles del comandante
Guevara es que siempre estará donde sea
más útil a la Revolución…”
Fidel
En la tarde del 8 de octubre de 1967 Ernesto Guevara de la Serna, nuestro Ché, fue capturado en combate y trasladado a la localidad boliviana de La Higuera donde pasa la noche; hacia el mediodía del siguiente día los terroristas pagados por el imperio deciden su ejecución sin poderle sacar información alguna. Era un hombre que contaba al morir con la plenitud de sus 39 años y los “berocos” bien puestos, así prefirió morir antes de traicionar a su tropa y el ideal por el cual vivió.
Esa estirpe de hombre íntegro, inteligente, profundamente revolucionario y valiente, son los que se agigantan con el paso de los años como ha sucedido con el Che; es el que en cada jornada se hace más cercano y necesario, sobre todo en estos tiempos de crisis mundial post-pandémica, el agobio de la recesión económica mundial que impacta sobremanera en nuestro país, a lo que se adiciona el férreo bloqueo de Estados Unidos sostenido y agravado durante más de seis décadas por una cifra superior a las 240 medidas adicionales coercitivas y punitivas desde el 2019 impuestas por Trump y sostenidas por Biden.
Esa interconexión entre ese ser humano legendario que es el Che, y las personas de carne y hueso que levantamos el presente y pensamos en un futuro mejor, nunca será el resultado de fuerzas extraterrenales, sino la expresión de lo profundo que caló en lo más genuino de los cubanos las ideas que enarboló. Es de ahí, entre otras fuentes, de donde brota tanta resistencia, tanta dignidad e hidalguía para continuar la batalla una sociedad superior que todos merecemos.
Fueron muchas razones que afloraron para que el legendario Che, defensor de las causas más justas de los pueblos, se haya convertido en la pieza clave a desaparecer en esa época en la que pulularon operaciones terroristas encubiertas, golpes de estado en países latinoamericanos, desapariciones y asesinatos de jóvenes revolucionarios, instauración y fomentaron el auge de dictaduras militares que apoyaron y promovieron el muy nombrado eje del terror denominado “Operación Cóndor”,
Fue la “Operación Cóndor” una campaña de represión política y terrorismo de Estado organizada en el cono Sur americano respaldada por Estados Unidos que incluía operaciones de inteligencia y asesinatos a opositores revolucionarios y progresistas. Era entonces el Che el hombre que organizaba la guerrilla en Bolivia en el mismo centro de Suramérica, el que expandiría las ideas revolucionarias y antiimperialistas, el que daba ya qué hacer a la dictadura instaurada en ese país.
Hoy el Che redimensiona el mérito de su personalidad vital, desde la riqueza de su quehacer inagotable en todos los planos que supone llevar adelante una revolución; desde la magia que aportan las instantáneas en blanco y negro en las que aflora el Che diplomático, trabajador voluntario, presidente del Banco Nacional de Cuba, el que sencillamente se muestra con el infinito amor que profesaba a sus hijos y esposa, o el amante por la fotografía y el ajedrez. Ese ser humano sencillo y cordial que sonríe saludando a delegaciones amigas y a los niños, y aquel por el que corren gotas de sudor estibando mercancías en la rada habanera. ¡Cuánta inmensidad de hombre!
Pero también fue ese joven que como hermano de lucha identificado desde el primer abrazo en México con inigualable lealtad aparecieron en su vida Fidel y Raúl, Aleida, Vilma, Blas Roca, Machado Ventura, Carlos Rafael Rodríguez, Raúl Roa, Lázaro Peña…, y otros insignes luchadores cubanos que integraron el Granma y el Ejército Rebelde, los que ocuparon responsabilidades en la lucha o se sumaron al gran ejército de revolucionarios cubanos que desde el primer día de enero hicieron suya y han entregado su inteligencia y esfuerzos a la Revolución.
Es el inmortal Che, amigas y amigos, el que hoy también se muestra más humano y solidario, más internacionalista cuando muchos países tienden su mano solidaria con el envío de medicamentos, insumos médicos y alimentos a nuestro país para paliar la crisis, es el que se ve reflejado en los profesionales de la salud que integran las brigadas del Contingente Henry Reeve cuando parten a otras geografías a enfrentar la muerte y propiciar la vida a millones de seres humanos; es el hombre íntegro que ayuda con su perenne latir y ejemplo a que los cubanos enfrentemos el presente con inigualable resistencia creativa y nuestros corazones continúen latiendo por Cuba.
Fidel sobre el Che: "Era el primero en todo"
Por Sergio I. Rivero Carrasco