EL ULTIMO CUBANO EN HABLAR CON CAMILO CIENFUEGOS

Exclusivo testimonio lleno de emoción y grades sorpresas aportado por el actual promotor y responsable en la atención a las glorias del deporte del Consejo Nacional de las Peñas Deportivas piloto de aviación cubano retirado, Julio Francisco Sánchez Balanza, ultima persona que despidió en el aeropuerto de la provincia de Camagüey al comandante del Ejército Rebelde Camilo Cienfuegos Gorriarán aquel fatídico 28 de octubre de 1959, hace 66 años antes de la desaparición de la inmortal figura del Señor de la Vanguardia
Personalmente en su hogar en el Vedado habanero, sostuve una larga plática y en las constante ocasiones que vía telefónica hemos hablado, con Julio Francisco Sánchez Balanza ciudadano nacido el 26 de julio de 1938 en la ciudad heroica de Santiago de Cuba provincia de Oriente Cuba: Profesión piloto de aviación, primero como fundador de las Fuerzas Aéreas de Cuba FAR (Militar) y luego en la aviación Civil en la empresa nacional Cubana de Aviación, de primera mano pude conocer que como jefe de operaciones de la base aérea en Camagüey , fui la última persona que despidió ante de la partida con Camilo Cienfuegos y su piloto Fariña y di mis consejos porque aquella tarde reinaba un mal tiempo proveniente del su caracterizado por turbonadas y vientos peligrosos
Camilo a la escucha de los consejos le dijo que estaba informado al respecto. Fariñas el piloto de la avioneta le propuso pernoctar en Camagüey, y no aceptó. “Yo tengo que estar sin falta a más tardar a las ocho y media de la noche en La Habana para comunicarle en detalle a Fidel lo que ha pasado aquí en Camagüey con la traición de Hubert Matos y la situación actual y las medidas tomadas y las que faltan
También en su libro sin publicar ‘’ EL vuelo que no llegó a su destino’’ reitera con lujo de detalles el capitán de aviación jubilado Julio Francisco Sánchez Balanza, --que tiene ahora 86 años de edad, está ciego, pero absolutamente lúcido--, resultar la última personas que conversó con Camilo al pie de la avioneta antes de que partiera rumbo a La Habana, donde aparece el dicho del alma de la batalla de Yaguajay , de que ‘’el cumplimento con el deber por la fidelidad con el líder de la revolución Fidel Casto, la gravedad de los hechos ocurridos en tierras agramontina lo obligaba partir sin espera.
Me comentó con mucho orgullo el gran amigo Julio Sanches que tenía 15 años vivía muy serca del cuartel, en la misma fecha de otro año, cuando en 1953 el comandante Fidel castro asalto la fortaleza militar del Moncada en Santiago de Cuba, Como hecho sobresaliente en su prolifera historia de vida en las Fuerzas Armadas Revolucionaria piloteando aviones apoyaba al comandante Fidel Castro en la trasportación de aseguramientos previos de visitas del comandante a varios países. Misiones secretas que hoy no, lo son.
Como presidente nacional de las Peñas Deportivas de Cuba, cargo que ocupo en la actualidad, tengo a este batallador hombre que a pesar de ser ciego (Perdida total de su visión) en la responsabilidad como promotor de relaciones públicas y atención a las glorias deportivas cubana en el Consejo Nacional de las Peñas Deportivas en forma voluntaria donde exige una rica actividad
Otros detalles contados al periodista Luis Hernández Serrano serrano@juventudrebelde.cu publicación 26 de octubre de 2919.
«Fui uno de los ayudantes del comandante Juan Almeida Bosque en la Comandancia de la Fuerza Aérea Rebelde durante algún tiempo. Quería ser piloto, se lo dije varias veces a él, hasta que un día lo convencí de que en esa provincia podría lograrlo. Aceptó y me dio dos tareas a cumplir en suelo agramontino: ser jefe de operaciones de esa base en Camagüey y ver si los mecánicos de aviones del ejército de Batista que se quedaron allí fraguaban alguna conspiración.
«El 27 de octubre, a las 11:00 p.m., en función de mi nuevo cargo, recibí una llamada desde el Puesto de Mando de Ciudad Libertad para atender un vuelo que llegaría sobre las tres de la madrugada del 28. Ya a las dos yo estaba en la Oficina de Operaciones y cerca de las tres llegó el primer C-47 timoneado por el capitán del Ejército Rebelde Evans Rosales, quien fuera el primer jefe de la Fuerza Aérea Rebelde en el II Frente Oriental Frank País.
«En ese vuelo venía parte de la tropa del comandante Cristino Naranjo en la Sierra Maestra. Después llegaron dos vuelos más con un intervalo de 20 a 30 minutos: otro C-47 y un C-46. Este último conducido por el capitán Aldo Lozano con el resto de los rebeldes del referido guerrillero, con todas sus armas largas en ristre. De inmediato se montaron en los camiones y partieron a rodear el Segundo Distrito Militar Ignacio Agramonte de Camagüey, hasta ese momento al mando del traidor Hubert Matos.
«A las ocho de la mañana de aquel día fatal llegó el Cessna 310-C No. 53, blanco y rojo, de cinco plazas, con el comandante de la sonrisa pura y el sombrero alón. Lo estaban esperando el también expedicionario del Granma y comandante del Ejército Rebelde Arsenio García Dávila, en compañía de otros altos y fieles oficiales de Camagüey.
«Se montaron en varios carros Camilo y toda la comitiva, y fueron hacia el Segundo Distrito a detener a Hubert Matos y a parar en seco la conjura contrarrevolucionaria. Después supe que el cabecilla del complot se rindió enseguida sin resistencia alguna y que sus cómplices fueron detenidos y degradados por “el más brillante de los guerrilleros”, como el Che lo había llamado.
«Alrededor de la una de la tarde comenzó el regreso de una parte de la tropa rebelde leal a Fidel que traía a los complotados, unos 15 oficiales o un poco más. Fueron montados en los mismos aviones que habían traído a los rebeldes y partieron rumbo a Ciudad Libertad».
«Se sabe que el comandante en jefe se trasladó al aeropuerto de Las Villas y desde allí dirigió personalmente la intensa búsqueda por aire, tierra y mar. Después fue para Camagüey, donde montó el Puesto de Mando y siguió encabezando la emergencia. Integré el grupo que lo acompañaba. ¡El pueblo estaba consternado! Fidel preguntaba a todo el mundo. Y el 11 de noviembre, con sumo dolor, declaró oficialmente que se daban por perdidos el querido comandante, sus dos compañeros y la avioneta’’.
La Memoria que Salva
Por Ventura Carballido Pupo
