La luz que no apagaron los vientos
Ningún huracán va a arrancarles a Jean Carlos o a Barbarita sus sueños de campeones. Ambos pequeños han salvado remates casi imposibles en la net o levantado pesos enormes para su estatura, porque en este país la voluntad suele convertirse en medallas… y los trabajadores de Deportes en Artemisa ya comienzan a dejar atrás no pocos estragos de Rafael.
Dice Yanelis Alfonso que no hizo falta convocatoria alguna para sumar brazos. “Como en un día normal de trabajo, vinieron todos a limpiar y organizar, solo que esta vez con escobas, machetes, mantas y carretillas”.
Sergio Manuel Peñalver resalta que, frente a los destrozos del ciclón, “aquí estamos los trabajadores del Combinado Deportivo 3 Francisco Chito Quicutis, recogiendo y organizando”. La pretensión no podía ser otra que arrancar el lunes con su trabajo habitual.La crueldad de Rafael
Treinta instalaciones sufrieron serios perjuicios, advierte Nelson Lara García, director provincial de Deportes. Cierto, Artemisa dispone de 200, pero Rafael le asestó las estocadas más certeras a las principales, como el estadio 26 de Julio, al cual le derribó dos torres, y una de ellas afectó el techo de la pizarra electrónica.
En el cuartel general de los Cazadores, “también afectó más de mil metros cuadrados de cubierta (aproximadamente la mitad), algunos paños de la cerca perimetral que se pueden recuperar, como se hizo con buena parte de las tejas de zinc, y el techo de la entrada. Felizmente, el terreno de juego no sufrió ningún percance”, sostuvo.
“A la Eide se le cayeron 18 paños de ventanas, 16 del docente y dos en los dormitorios, además de la manta asfáltica del techo, con énfasis en el área de clases, los 570 metros cuadrados en su totalidad.
“Y a la Escuela de Profesores de Educación Física (Epef) José de la Luz y Caballero, ubicada en Güira de Melena, le arrancó varios paños de persianas, así como dañó las puertas y persianas de cristal del comedor, y toda la tubería hidrosanitaria bajo los dormitorios.
“La Academia de fútbol, en San Cristóbal, corrió mejor suerte: solo un pino que cayó, golpeó la instalación eléctrica y movió algo el techo.
“Hubo afectaciones en la cubierta y los muros de los estadios: en Alquízar, San Antonio de los Baños y Güira; al de Mariel se le cayeron tres torres. Igualmente, los gimnasios de los deportes de combate perdieron gran parte de la cubierta, la mayoría de fibrocemento”.
¿Torres más resistentes?
Ya Artemisa padecía la caída de una de las torres del estadio 26 de Julio, por la fuerza de los vientos de una tormenta tropical anterior. Ahora Rafael le roba otras dos. Ante ese escenario será preciso analizar, aplicar fórmulas y quizá hasta cambiar de estrategias constructivas, de modo que preguntamos al director provincial.
“El jueves vinieron especialistas de la Empresa de Proyectos de La Habana. Nos están auxiliando con el estudio del mejor modo de construirlas, y revisaron las tres torres que quedan en pie.
“También nosotros desde hace varios meses, por gestión propia del Gobernador y las autoridades de la provincia con el Grupo Empresarial de la Industria Sideromecánica (Gesime), estamos preparando un proyecto de torres metálicas, más resistentes, porque el viento tendría menos espacio donde batirles.
“Tradicionalmente, en Cuba se han usado las torres de hormigón, pero el paso de varios huracanes nos ha llevado a tomar alternativas. Las que se cayeron esta vez son de las más antiguas, de cuando se construyó el estadio artemiseño; la que se reforzó estructuralmente con vigas metálicas no sufrió daño alguno”.
¿Y ahora?
Nelson Lara García advierte que lo primero fue no solo diagnosticar dónde están los daños, sino también cuantificarlos: tejas de zinc, de fibrocemento… y recuperar parte de las que se han caído y se puedan reutilizar.
“Ahora mismo los trabajadores están inmersos en la limpieza y desobstrucción de las instalaciones, con muchas ramas y árboles por doquier.
“Queremos en el más corto tiempo darles vitalidad a algunas. Aunque varios estadios perdieran parte del techo, no significa que el terreno no esté listo para usarlo el día de mañana, en el entrenamiento y la preparación de los atletas. En cuanto sea posible y dispongamos de los recursos, entonces las recuperaremos progresivamente.
“Algunas afectaciones, como el techado del estadio y ciertas acciones, precisan brigadas especializadas de empresas constructoras del territorio, que ya conciliamos con el Consejo de Defensa Provincial y los Municipales.
“Para el resto contamos con nuestros trabajadores, que siempre dan el paso al frente, además de las direcciones del Inder de otras provincias y a nivel nacional, que se han mostrado prestas a ayudar.
“Vamos a trabajar en función de recuperar el estadio, para que pueda acoger la próxima Serie Nacional, con el aliciente de que el terreno, los dugout y los clubhouse no tuvieron perjuicio ninguno.
“Aunque no sea lo óptimo, ya en otras ocasiones se ha jugado de día, sin luces, pero pensamos recuperar el techado y contar con las condiciones para esos partidos”.
En cuanto a la ilusión de volver a contar con el tabloncillo, a pesar de Rafael, concluye:
“Confiamos en reiniciar los trabajos en el tabloncillo de la Eide. Nada tiene que ver el impacto del huracán con la terminación de ese sueño tan anhelado por los artemiseños. Lógicamente, el procesamiento de la madera requiere electricidad, y la situación energética actual del país lo ha retrasado un poco”.
El jueves amaneció oscuro, tras los vientos de Rafael. No era solo el cielo nublado, la tristeza ante el horror y la devastación, sino los árboles, las ramas enormes y todo tipo de desechos que obstruían el paso. Horas después, machetes, motosierras, buldóceres y voluntad abrieron accesos y dieron entrada a la luz.
Con esa luz llega una esperanza contra la cual nada puede ningún huracán. Es la que ilumina los sueños de Jean Carlos, Barbarita y quién sabe cuántos campeones más.
TOMADO DEL PERIÓDICO “EL ARTEMISEÑO”
PROVINCIA ARTEMISA
Por Joel Mayor Lorán
El Artemiseño