noviembre 9, 2024 ¿Quienes somos?

La perenne enseñanza de la Upec en sus 61

Amanecimos hoy 15 de julio con los aplausos y la sonrisa amplia, también podemos sentir bien dentro el abrazo de unos a otros, seguros bajo su cobija de experiencias acostumbrada a educar bien, torcer un poco las orejas cuando es necesario, indicar el rumbo, pero sobre todo, capacitarnos con las mejores prácticas, demostrarnos que no existen fronteras temáticas mientras haya razón y corazón para defender a la madre.

Aunque la palabra madre en estas lides alcanza la mayor altura, que es la nación, ella ha sido la designada para cobijar a sus hijos del gremio, acompañándonos a transitar todos los caminos, unas veces más empedrados que otros, pero camino al fin, siempre conducirnos al sitio seguro.

Hoy han crecido los desafíos, se siente orgullosa y a la vez inconforme con el desempeño de sus profesionales, crecidos en medio de la feroz batalla y agresiones mediáticas del imperio, la corrupción, la falta de interés en muchos casos que impiden avanzar más rápido, y siempre del lado de la Revolución como enseñó Fidel, con la verdad como paradigma, que ha permitido informar todo cuanto acontece, evaluar situaciones, procesar información, contar nuevas historias, ensalzar el valor del ser humano, lo más sencillo y grandioso de la vida que es la vida misma. En fin, se siente conmovida porque los bisoños han sentado ejemplo, marcando que esta generación crecida en la batalla, continúa por la senda de sus ancestros. Hoy nuestra Upec, está cumpliendo 61 años; nacida en 1963 en un momento en que las agencias de prensa extranjeras dominadas por el imperio denigraban a la Revolución cubana y fue necesario nuclear a los integrantes del gremio periodístico cubano para defenderla en primera instancia, con la verdad como escudo infranqueable. Por su apego a los suyos y al deber ser de los periodistas cubanos, no existe un profesional afiliado a ella que no le deba cariño, agradecimiento y amor.

Ella sigue cambiando, creciendo, dando respuesta al tiempo y muy dimensionada desde que el querido Moltó enalteció su postura cuando demostró que “…la Upec sirve para decir Sí, donde otros dicen No se puede”.

En esta celebración sigue presente el legado de cada Congreso “para que la verdad cubana que tanto necesita de nosotros, alcance esa ‘fuerza más’ referida por José Martí en carta póstuma a Manuel Mercado, tenemos que adelantar la construcción del nuevo modelo de comunicación y periodismo público que demanda nuestro socialismo”.

En múltiples espacios el actual presidente, Ricardo Ronquillo nos ha precisado todo cuanto aún nos falta para vencer los grandes retos actuales: “El desafío es que las prácticas introducidas en la etapa pandémica en lo comunicacional, se conviertan en una endemia que favorezca el salto hacia los modelos de prensa y comunicación soñados desde los puntos de vista editorial y de construcción de agenda mediática —con énfasis esencial en el interés público—, organización de la fuerza profesional, estudio y seguimiento de las audiencias, convergencia de plataformas tradicionales y virtuales, economía de los medios, tecnología e innovación, ético y humano…” Lo anterior sería una excelente vacuna contra nuevas ‘paya-sadas’ plattistas del imperio”.

Cuando volvemos la vista atrás y meditamos sobre el camino transitado, nos damos cuenta de que seis décadas “suman años suficientes para evaluar a una organización que en cada momento de su vida, ha conducido el proceso de integración y fortalecimiento del gremio, la preparación cultural, profesional y política de sus integrantes, la selección de los que marcharon al combate a tierras africanas, o a reportar la presencia solidaria de Cuba en decenas y decenas de países, afectados por terremotos, ciclones, epidemias, y también los que, con su presencia, formaron parte de instituciones profesionales como la FELAP, en América Latina y la OIP, radicada en Europa, pero con alcance mundial”.

Cuando nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, nos convocó a la batalla de ideas en aquel histórico 7mo. Congreso recordaba: “Nosotros tenemos que usar armas inteligentes, y las armas inteligentes son nuestras ideas, nuestras armas inteligentes son nuestros argumentos, nuestras armas inteligentes están constituidas por principios, por nuestro pensamiento revolucionario y nuestro arsenal de armas inteligentes es infinito”.

La aprobación de la Política de Comunicación primero, y más recientemente la Ley de Comunicación Social, pusieron la vara en su justa medida para que los periodistas, como servidores públicos y parte de la sociedad cubana y su organización, asumieran los nuevos retos de entregar al pueblo lo que demanda en materia de información y comunicación, en explicar las metas y cumplimientos, las rendiciones de cuenta de las instituciones y la respuesta oportuna a sus quejas y denuncias, a sus inquietudes y la forma en que son tenidas en cuenta sus ideas, sugerencias y postulados: hace de la labor periodística un acto de sublime humanidad.

Es la prensa cubana una prensa del pueblo. No hay país en el mundo que tenga mejores condiciones que el nuestro para que la prensa cumpla su misión educativa, social y política, porque la Revolución somos nosotros mismos y estamos seguros de que sin la Revolución no existiera la Upec, como no continuara vibrando la Revolución sin la encomiable y fiel entrega de los periodistas cubanos y su más genuina obra.

Es ahora más importante que en otro momento, la decidida postura de los periodistas cubanos frente al reforzamiento del criminal bloqueo impuesto hace más de seis décadas por los gobiernos de Estados Unidos, y el reforzamiento y diversificación de la guerra mediática que aprovecha el dominio imperialista de las nuevas tecnologías de la comunicación y las redes sociales, como fieles seguidores de los preceptos martianos y fidelistas, con argumentos que pongan la verdad en la red, con creatividad y firmeza, con la inteligencia a que llamó Fidel en el 7mo. Congreso. Tal como se ha demostrado en estos tiempos,  nuestra Upec es más imprescindible, y es cuando los profesionales, jóvenes fundamentalmente, más la necesitan en su tránsito de la academia al medio de prensa, y de éste al enfrentamiento diario con la vida, que nos puede deparar alegrías y angustias, pero donde la única opción posible es defender la Revolución, que es defender la Patria, defender la vida, porque como bien se ha dicho La verdad es nuestra principal arma de combate, y por muchos inconvenientes que pueda tener el ser consecuentes, es el más preciado estandarte de cada profesional de la prensa cubana y es, a la vez, la mayor enseñanza de la Upec en sus más de seis décadas de vida”.

Aniversario 61 de la Upec.


Texto y fotos Redacción Web

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