Las tortugas marinas
En las playas del Este y el Sur de Isla de la Juventud, remotas y casi vírgenes, entre junio y noviembre se rompe la apacible quietud del litoral cuando centenares de tortugas marinas salen de las aguas para anidar en la arena, en un ritual que se repite cada año como un canto a la vida.
Las tortugas marinas son un patrimonio común en toda el área del mar Caribe y entre las especies que anidan en las costas pineras destaca la caguama, la tortuga verde y la tortuga boba, todas ellas amenazadas en su supervivencia en mayor o menor medida , y el carey, en peligro crítico de extinción.
Las tortugas marinas ponen hasta ciento cincuenta huevos por nido y anidan varias veces en cada estación. Con ello compensan las altas tasas de mortalidad que impiden a la mayoría de ellas llegar a la adultez, puesto que depredadores como cangrejos, aves y otros habitantes marinos o del litoral, se alimentan de las crías que capturan durante la corta pero difícil travesía desde sus nidos en la playa, hasta la relativa seguridad del mar.
Esos quelonios habitan el planeta desde hace más de cien millones de años por lo que se les considera entre las especies más antiguas y son representantes de un grupo de reptiles que han habitado el planeta y recorrido nuestros mares desde los lejanos tiempos de los dinosaurios.
Sin embargo, hoy su permanencia entre las especies de nuestros mares porque más allá de la sobre pesca a la que han sido sometidas por siglos, el clima cambiante y el calentamiento global, también causan hoy cambios severos en las poblaciones de tortugas. Es por eso que su conservación requiere de estrategias y acciones plurinacionales que permitan salvarlas del peligro de extinción.
Recibió premio categoría azul el centro de rescate de tortugas marinas cayo Largo del Sur.
Fotos tomadas de la red
Por Linet Gordillo Guillama