Almeida: Un hijo entrañable de la Patria
Hoy hablamos de música, alegría, realización espiritual y social identificados con un hombre leal, íntegro, honesto, fiel y entrañablemente amado.
Estamos hablando de ese hombre negro que salió de la más humilde familia, se incorporó a las filas del Movimiento 26 de Julio, asaltó el Moncada, desembarcó en el Granma, integró el Ejército Rebelde, Lideró el III Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monroy en la guerra de liberación y desde los primeros años del triunfo cumplió disímiles responsabilidades militares, hasta ser uno de los tres el título de Comandante de la Revolución, Diputado al Parlamento por la provincia Santiago de Cuba e integrante del Consejo de Estado, sin que la dureza de la vida y las batallas cotidianas impidieran que aflorara como manantial inagotable su musa de escritor con más de 10 obras y 300 composiciones como creador musical.
Ese hombre nos entregó hasta su último aliento, demostró lo que un padre puede hacer por sus hijos como bien expresa su más pequeño Juan Guillermo: “enseñándoles la grandeza de ser humildes, de tener el coraje de los que nunca se rinden…” y así calar con su prédica y amor en sus vidas hasta convertirse en su verdadero Héroe. Sí, ese héroe que abrazó a Fidel con el manto de la lealtad, y el trino de sus mejores acordes desde las entrañas de la cultura nacional, con la belleza y simbolismo que atrapa.
Sus palabras hacia el líder también lo mantienen vivo en su pueblo: “Fidel, es de la única persona que hablo con adjetivos y superlativos (…) Cada siglo tiene su hombre que lo marca en la historia, el siglo XX es el de Fidel. (…) No acostumbro a identificarlo con sus apellidos, los digo por el amor, el cariño y el afecto que siempre tuvo por sus padres”.
Hablamos de Juan Almeida Bosque, ese hombre que nos enseñó la máxima que se mantiene como principio ante cada momento frente a las constantes agresiones imperialistas contra nuestro país: “¡Aquí no se rinde nadie…”! que borró del diccionario de los cubanos la palabra rendición o derrota, que para Fidel “siempre fue un hombre de principios de justicia y de profundos valores y convicciones revolucionarias”.
A 15 años de su triste deceso el 11 de septiembre del 2009 con 82 años, aún brotan las lágrimas al recordarlo; no es propósito esbozar su fecunda biografía, pero sí los valores, su obra y la huella dejada en cada cubano. Un hijo de este pueblo extremadamente sencillo y austero, diligente y valiente; intrépido, sagaz e inteligente. Un cubano rellollo, del que Raúl dijo: “era el combatiente que más se parecía a Maceo”, por lo cual se ruborizó por no creer que poseía esas cualidades. El Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque recibió los honores de toda Cuba, pero se mantiene vivo en nuestros corazones como una de las personalidades imperecederas de la Revolución que en esta tierra se ama y evoca como un hijo entrañable de la Patria.
Redacción Web
Tomada de la red