Bola de Nieve, un ícono
Bola de Nieve continuará siendo un ícono, uno de los embajadores más emblemáticos de la cultura cubana en todos los tiempos y en todo el mundo.
Fue Bola un extraordinario pianista, cantante y compositor, cuyo legado a la cultura cubana ha perdurado en el tiempo por ser uno de los músicos más geniales, aunque era apenas conocido por su nombre verdadero, nacido en Guanabacoa e inscripto en aquella localidad habanera con el nombre de Ignacio Jacinto Villa Fernández "Bola de Nieve".
En un artículo publicado por Jorge Rivas en Cubaperiodistas, nos comenta que fue Bola objeto de elogio por algunas de las más connotadas personalidades del arte y la cultura hispanoamericanas que ponderaron la altísima y singular presencia de Bola en infinidad de escenarios de todo el mundo, como un genuino embajador de la cultura.
Entre ellos se destaca lo expuesto por el Poeta Nacional Nicolás Guillén cuando expresó: “Desde 1930 su nombre fue una enseña victoriosa y en la riquísima década nacional que culmina aquel año, lo cual nos ofrece nombres de resplandor alto y fijo, anunciadores del despertar o del nacimiento de una conciencia cubana, Bola de Nieve junto a Rita Montaner, es ya una figura popular, tomando esta palabra en su sentido más decoroso, más sobrio y digno”.
Mientras el gran poeta chileno Pablo Neruda expresó: “Bola de Nieve se casó con la música y vive con ella en esa intimidad de pianos y cascabeles, tirándose por la cabeza los teclados del cielo. ¡Viva su alegría terrestre! ¡Salud a su corazón sonoro!”.
Nuestro “Bola” falleció en Ciudad de México el 2 de octubre de 1971 durante una escala rumbo a Perú, hace hoy 53 años, y sus restos fueron trasladados y enterrados en La Habana el 5 de octubre del propio calendario, convertido por su obra y legado musical en un ícono de la Cultura Cubana.
Redacción web
Fotos tomadas de la red