Seguramente, en alguna ocasión hayas disfrutado de las cálidas aguas de la playa Paraíso, más conocida popularmente como Minint, en realidad un lugar paradisiaco donde se conjuga la amplia costa azul, abrigada por los farallones marmoleos de las lomas de Columpo donde crece entre las rocas un bosque de intenso verdor y al frente nace de las profundidades del mar una pequeña isla, llamada por todos Cayo de los Monos.
Pero en realidad su nombre oficial, desde los tiempos coloniales, es Morillo del Diablo, pero el apelativo popular perdura hasta el presente, pues efectivamente en dicho lugar hubo una colonia de monos durante los años 50 del siglo pasado.
¡Monos! Y que hacían esos simios allí?
Pues en aquellos años, se seleccionó a Isla de Pinos para llevar a cabo un estudio de la parálisis infantil, creando una colonia experimental para la reproducción de los monos de Java en el cayo del Morrillo, frente al Reclusorio Nacional y así librar al territorio de la malaria o paludismo, abriendo las puertas al turismo. Labor grandemente elogiada que puso en alto el nombre de Cuba.
Este proyecto científico fue dirigido por el Instituto Finlay de Cuba y atendido en la Isla por el Dr. Filiberto Ramírez Corría, quien testimonió que por los monos se pagaron 5000 dólares, 25 por cada uno, los que fueron transportados a través del territorio de los Estados Unidos. Los equipos, el avión, los helicópteros y los técnicos expertos que dirigían aquellas obras prestaron su concurso absolutamente gratis, gracias a la cortesía de la Michigan Chemical Company de Saint Louis en Michigan.
En los años 60 los monos que permanecían en aquella isleta, al no ser atendidos y aguijoneados por el hambre se lanzaron al mar hasta alcanzar la costa de la playa, dispersándose por la zona. Algunas personas testimonian que los vieron cruzando la carretera cercana a la presa La Guanábana, al sur del Presidio Modelo y otros se dirigieron a las lomas. Es posible que terminaran muertos por la falta de alimentos o cazados por los hombres.
Nota curiosa: La playa del Minint fue nombrada así, pues fue administrada durante los años 60 por el Ministerio del Interior que dirigía al Presidio Modelo. Después de 1967, cuando se cierra la prisión este lugar fue permutado por el hotel Las Codornices, que fungía como casa de visita de esta institución. En aquella costa, aún permanecen las ruinas del muelle que servía de atracadero de los barcos que traían a los prisioneros y los suministros para el presidio.
Por: Lic. Guillermo F. Maquintoche Vázquez.
Fotos: archivo personal.