Los manglares

Más de un tercio de los bosques en Isla de la Juventud lo ocupan los manglares, presentes en buena parte de las costas norte, este y oeste, además de los estuarios de los ríos. Se trata de una formación vegetal que no solo rebosa de vida, sino que es también una importante defensa natural contra el cambio climático.

Los manglares pineros son aún un universo casi desconocido para la ciencia, y esconde hasta hoy tesoros biológicos que sorprenden por igual a entendidos y profanos. Se trata de un paraíso verde que sustenta por igual la fauna terrestre como marina.

La complejidad de sus criaturas y el equilibrio de sus ecosistemas permanecen aún sin que se hayan podido estudiar en profundidad. Eso es parte del encanto de los manglares pineros: saber que continúa como en sus orígenes...solitarios, impenetrables, casi vírgenes.

Sin embargo, el cambio climático con el aumento del nivel de mar y de la intensidad de los huracanes que cruzan por las cercanías de Isla de la Juventud trayendo consigo las inundaciones costeras, pueden atentar contra esa barrera natural que bordea la mayor parte de las costas en el municipio especial, afectando a ese indispensable complejo de vida.

Si bien los manglares de la Isla gozan de buena salud, debemos estar atentos a las complejidades y desafíos que trae consigo el cambio climático con sus nefastas consecuencias ambientales.

El manglar está compuesto por arbustos con adaptaciones especiales que le permiten colonizar terrenos de alta salinidad, anegados y sujetos a intrusiones marinas, y prosperar allí, donde pocas especies vegetales lo pueden lograr.

hojas, ramas y raíces de los arbustos ofrecen por igual alimento y protección a especies de la fauna marina como terrestre. A pesar de que en el país están existen regulaciones y decretos de conservación que protegen el manglar, la verdadera protección debe emanar de la conciencia colectiva para hacer de esa barrera natural a de protección continúe viva y saludable.

¿Qué es un manglar?

Por Linet Gordillo Guillama

Fotos Gerardo Mayet y tomadas de la red