"Luz, irradia por los dos"

Se siente el chac, chac de la tijera mientras caen las hojas al suelo. Es Vera Luz Molina quien domina la acción del objeto, el cual ante sus manos y estatura parece gigante: "Yo soy feliz haciendo este trabajo, me disfrazo de pies a cabeza por los jejenes y mosquitos que a veces me molestan un poco.
"Le diré” - dice ella, "hace diez años motivada por mi esposo, que ha sido jardinero toda la vida, me embulló a realizar esta labor tan bonita, aunque yo tengo mi trabajo principal en la Empresa Comunales, allí soy coordinadora en la funeraria de Gerona; y bueno, tengo un contrato aquí en el campismo hace un año. Trabajo junto con mi esposo, él ya está al jubilarse y yo lo haré después".

El campismo Arenas Negras tiene la suerte de tener entre sus trabajadores que atienden las áreas verdes a Vera Luz y a su esposo Reynaldo Verdecia, ellos llevan 38 años de casados y tienen dos hijos.
Para ir a trabajar lo hacen en bicicleta porque viven en la demarcación Sierra Caballos. En el campismo Arenas Negras tienen la misión de mantener las áreas que por tradición se caracterizan por un toque único en la estética, cuidado y atención a la jardinería.

Este domingo Reynaldo no pudo ir porque no sentía bien de salud; Vera Luz se esforzó más de lo acostumbrado en el trabajo e hizo la labor de los dos. "Hoy me voy más tarde porque tengo que adelantar trabajo porque por estos días la lluvia nos ha jugado una mala pasada, y las hierbas crecieron demasiado por lo que tenemos que trabajar duro, duro".
Ella habla, pero no deja de armonizar el ambiente con el sonido de la tijera. “Para mí este lugar es súper bello y con un paisaje que relaja, lo que me facilita concentrarme en el trabajo y crear en función del entorno.

"De repente cambia la acción - y dijo: "Si hay algo que me satisface es hacer el trabajo bien; a mis 60 años, a veces me siento cansada de trabajar, pero cuando veo la satisfacción de las personas que visitan el campismo, que se detienen y preguntan cómo logramos mantener las áreas limpias, siempre respondemos que el mérito es de los que nos han antecedido en esta labor, es un reto para nosotros mantenerlas porque este lugar siempre ha tenido un diseño diferente y de referencia en la jardinería".

“Me alegra ver como los clientes y trabajadores de aquí cuidan los jardines, colaboran con semillas y plantas para embellecer los alrededores de la instalación".
Vera se limpia el sudor con un paño que saca del bolsillo y me dice con mucho respeto: "El sol está bien fuerte, pero creo va a llover y debo terminar". Mientras, continúa cortando ramas, dando forma al arbusto que poda con la destreza que lo haría junto a Reinaldo, solo que está vez, Vera irradia con su luz los jardines que cuidan los dos.

Texto y fotos Dianelys Labrador