septiembre 9, 2024 ¿Quienes somos?

Más sobre la Ciénaga de Lanier

El Parque Nacional Ciénaga de Lanier es como un tajo hídrico que parte en dos la Isla de la Juventud y es el segundo humedal en importancia del archipiélago cubano, después de la Ciénaga de Zapata. Se extiende por 126 mil hectáreas y alcanza una longitud de 37 kilómetros entre las ensenadas de San Juan, al Este, y La Siguanea al oeste. El área donde hay agua dulce se encuentra ubicada en lagunas y pantanos, dispersos en el carso seco donde crece la yana y la cortadera; el resto está ocupado por una vegetación típica del humedal, compuesta por matorrales, sabanas inundadas, bosques semideciduos y de hoja perenne, que incluyen diversos hábitats, como lagunas arrecifales, pastizales marinos, manglares cerca de la costa y una planicie cársica.

 Ese lugar, declarado sitio Ramsar y Refugio de Fauna, está incluido en el área protegida Sur de la Isla y es uno de los lugares del país que despierta mayor interés para los amantes de la naturaleza por su excelente estado de conservación y gran biodiversidad. En su rica biodiversidad figuran casi seiscientas especies de plantas superiores, 105 de ellas endémicas.

La Ciénaga de Lanier debe su nombre al agrimensor y naturalista Alejo Hervecio Lanier, quien a petición del entonces capitán general de la Isla de Cuba, Francisco Dionisio Vives, en la década del 30 del siglo XIX recorrió la Isla de Pinos para documentar sus recursos y geografía y fue el primero en estudiar y publicar las particularidades de la gran ciénaga pinera, que es hábitat de especies como la tortuga verde y la caguama; de aves, tanto acuáticas como terrestres, así como de diversos crustáceos, peces y reptiles, estos últimos con 20 especies y seis subespecies endémicas del sitio. Otras especies importantes de la fauna del lugar, son: la grulla, el catey, la perdiz y la cotorra, asì como el venado introducido en el siglo XVII y muy bien integrado en el entorno.

En la zona se hace énfasis en la cría de la especie Crocodylus rhombifer, endémica de Cuba, cuya población mermó en años anteriores por su captura indiscriminada debido al valor comercial de su piel, colmillos y carne, así como también del cocodrilo americano. La Ciénaga posee evidencia de un sitio arqueológico importante de asentamientos de aborígenes.

Su importancia radica en que es una zona que se conserva en su estado más natural, tiene una marcada atracción para el público y ofrece oportunidades educativas y de recreación ambiental y cultural, además de ser un reservorio de agua dulce.


Por Linet Gordillo Guillama

Foto: Tomada de la red

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