diciembre 2, 2024 ¿Quienes somos?

Una DECLARACIÓN para todos los tiempos

A 63 AÑOS DE LA “PRIMERA DECLARACIÓN DE LA HABANA” SE MULTIPLICA LA DENUNCIA

A 63 años de que la naciente Revolución cubana recibiera la ayuda solidaria de Rusia y otros países, y que Estados Unidos, en contubernio con las oligarquías latinoamericanas, declararan burdamente que esa colaboración representaba un peligro a la seguridad nacional de la gran nación norteña porque irradiaba el sentimiento libertario a otras naciones latinoamericanas, se mantiene vivo el espíritu intransigente de Cuba ante el imperio, tal como sucedió aquel 2 de septiembre de 1960, cuando reunidos más de un millón de cubanos en la Plaza de la Revolución,  apoyó unánimemente  el documento-denuncia presentado por Fidel, hecho que ha pasado a la historia como la “Primera Declaración de la Habana”.

Lo anterior tuvo sus antecedentes en la “Séptima Reunión de Consulta de Cancilleres de la Organización de los Estados Americanos” (OEA), celebrada en agosto del mismo año en San José, capital de Costa Rica en Centroamérica, que tuvo por objetivo lograr la aprobación de un documento en el que se ratificaba el “peligro” que supuestamente representaba la Cuba revolucionaria para este hemisferio, por lo que se proponía aislarla al resto del mundo y dejarla indefensa ante los incisivos planes de agresión que sobre ella se cocinaban.

La delegación cubana a ese cónclave regional de la “des” Organización de Estados Americanos” (OEA), estuvo presidida por Raúl Roa García, bien conocido a partir de entonces como el “Canciller de la Dignidad” por la denuncia histórica realizada allí con su habitual cortante filo son el que desenmascaró las artimañas organizadas por el gobierno yanqui contra Cuba, apoyado por representantes de varios gobiernos de Latinoamérica plegados y amenazados por Estados Unidos dando la espalda a las posiciones de sus pueblos.

Ante tanta ignominia, la Mayor de las Antillas se yergue como las palmas y en la voz de su insigne representante Raúl Roa García retirarse indignada, quién con gran valentía expresó ante los presentes: “Conmigo se va mi pueblo y con él todos los pueblos de América Latina”.

Esta  “Primera Declaración…”  salida genuinamente del pueblo en contraposición a la de Costa Rica, proclamó el derecho y el deber de los pueblos a erradicar de una vez y para siempre el dominio explotador del imperialismo y la oligarquía; denunció los planes agresivos del gobierno norteamericano contra la Revolución cubana; ratificó la decisión del pueblo cubano de trabajar y luchar por el común destino revolucionario de la América Latina, rompió con el Tratado Militar que se había firmado con Estados Unidos, y votó agradecido por la ayuda solidaria brindada por la Unión Soviética en lo económico y militar, unido al establecimiento de relaciones con la República Popular China y el rompimiento con la Isla de Formosa (Taiwán), dominada por los Estados Unidos.

PRIMERA DECLARACIÓN DE LA HABANA (1960) Fidel Castro

A poco más de seis décadas de que la Asamblea General del Pueblo haya abierto el camino del honor de los cubanos frente al imperio y las oligarquías plegadas a él, con una política totalmente genocida, perversa, injerencista, arrogante y prepotente, conscientes de que el renacer de la Doctrina Monroe en este siglo “América para los americanos” (del Norte) continúa marcando el interés yanqui de poseer a nuestros países sin importar el costo que ello conlleve para naciones como Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua entre otros, que poco a poco aplican políticas solidarias y justas con sus pueblos, diametralmente opuestas a las prácticas neoliberales que lo caracteriza.

Los derechos conquistados por los cubanos durante estos 64 años  de transformación revolucionaria, la unidad lograda por el pueblo junto a su único Partido, la capacidad de resistencia creativa y espíritu de victoria concientizados por la Revolución, demuestran que la actitud intransigente y antiimperialista sostenida por este pueblo en 1960, es hoy ratificada por millones de cubanos que multiplicamos su denuncia, y como en aquella ocasión cuando retumbó la Plaza de la Revolución “José Martí”, hoy mantenemos in tacto aquella histórica consigna que hoy parece proclamada y repetida en todos los confines: “¡Cuba Sí, Yanquis NO!”

PRIMERA DECLARACIÓN DE LA HABANA  


Por: Sergio I. Rivero Carrasco

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