Guardabosques del Sur

En el sur de la Isla crecen 96 hectáreas de bosques del tipo semi caducifolio sobre piedra caliza. Se trata del área protegida más extensa  del territorio,  donde se destacan especies de interés económico como la caoba, el soplillo y la majagua. En ese extenso  paraíso verde medran la jutía, el cerdo salvaje, el venado de cola blanca,…. en el área de  la ciénaga Lanier el cocodrilo y en la costa los quelonios.

Un total de 22 miembros del Cuerpo de Guardabosques del Municipio Especial  patrullan día  y noche la floresta. Ellos son los guardianes de esa enorme floresta que en muchos sitios permanece casi virgen. Conocen cada vereda, cada atajo, cada sitio de interés.

Es arduo y peligroso el trabajo del guardabosque. Ellos enfrenan  los atípicos y complejos incendios forestales  subterráneos, propios de los sitios donde se  acumula la turba y que  no visibles desde la distancia. Resultan  mucho más difíciles de extinguir  que los incendios comunes.

Caminar decenas de kilómetros en cada jornada por estos sitios agrestes, es parte de su cotidianidad. Aun así dicen sentirse  a gusto con su trabajo y entre todos conforman una gran familia muy bien avenida.

Los cazadores furtivos son tan comunes y peligrosos por esos remotos predios como los incendios, por eso descubrir trillos en la espesura, deshacer trampas y lazos y desactivar campamentos es labor de cada día.

Patrullar el área protegida de recursos manejables en el  sur del Isla es tarea de titanes. Sin embargo, ellos aman su trabajo y saben de la utilidad de su vigilancia en las bastas florestas del sur de la Isla. Pero no son suficientes las buenas condiciones físicas. También hace falta una alta dosis de voluntad y entrega, de amor por la naturaleza y la disposición incondicional para  defenderla de aquellos que pretenden  dañarla.

Por: Linet Gordillo