Los pineros disfrutan de calle Martí en horarios nocturnos los fines de semana

Los pineros están muy orgullosos de la belleza de su boulevard, pero dotarlo de vida, iluminar sus espacios, sus parques, y darle protagonismo a las unidades de la red especializada de la Gastronomía, y a los Centros Culturales como Artex y Nuevo Virginia (Rumbos), era un viejo anhelo que ha comenzado a materializarse.

Durante los dos últimos fines de semana, los transeúntes de calle José Martí han podido disfrutar, en horario nocturno, de ofertas culturales, servicios gastronómicos y comerciales.

Ello es el resultado de una estrategia para la reanimación de la principal arteria de la capital pinera, que incluye recorridos por el boulevard de las principales autoridades del territorio y varias organizaciones, cada sábado, para chequear el cumplimiento de todo lo previsto en este sentido.

"Es el momento de erradicar para siempre las prácticas comerciales huérfanas de contenido cultural y el facilismo en la concepción de los programas de las unidades que ofrecen servicio a la población. Hay que diversificar las iniciativas, no basta con el servicio tradicional, hay que brindar aquella propuesta que edifique la espiritualidad y el gusto estético de los pineros, no solo con música y expendio de alimentos y bebidas se resuelven los ingresos…hay que diseñar y ejecutar propuestas acordes al desarrollo cultural para la recreación de los pineros", expresó el primer secretario del Partido en el territorio, Osbel Lorenzo Rodríguez, en diálogo con los trabajadores de cada uno de los establecimientos visitados durante el último recorrido.

El dirigente partidista llegó a unidades de gestión no estatal, al restaurante La Ínsula, al Joven Club de Computación, al Piano Bar del Hotel La Cubana, al Cabaret El Patio y a la plaza bailable La Mecánica. En cada uno de ellos resaltó que la materialización de este sueño de los pineros depende, en buena medida, de la comprensión que en cada establecimiento se tenga de lo que representa el mejor servicio al cliente para garantizar una plena vida cultural y erradicar zonas de silencio en calle José Martí.

Texto y Foto: Katia Álvarez