junio 23, 2025 ¿Quienes somos?

¡Sin plásticos!

El llamado universal es a celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente 2025 sin contaminación por plásticos, es la voluntad que mueve a este año la celebración en todos los confines del planeta. Es una jornada que se celebra el 5 de junio desde 1973, y se estableció en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Recordemos que el medioambiente es el espacio en el que se desarrolla la vida de los distintos organismos favoreciendo su interacción. En él se encuentran tanto seres vivos como elementos sin vida y otros creados por la mano del hombre. Si no lo cuidamos debidamente… ¿Dónde vamos a vivir nosotros, los seres humanos?
“Sin contaminación por plásticos”, recordatorio de la envergadura del problema que, de forma recurrente vuelve a ocupar el centro de la voluntad en este día, uno de los tantos que en las últimas décadas engrosa la lista de la crisis medioambiental y climática que vive la Tierra.
Ellos, los plásticos, están por doquier, en cada sector, rincón y minuto de nuestra realidad. Cómodos, prácticos, ligeros, flexibles y maleables, duraderos, modernos, rentables, resistentes, limpios, multiusos… Solo tiene que mirar a su entorno y mucho de lo que verá, incluso, de lo que no verá, es de plástico a ojos vistas o contiene micro plásticos: muebles, cubiertos; equipos electrodomésticos y de computación, médicos y deportivos; móviles, pinturas y esmaltes, calzado, ropa sintética, cosméticos, juguetes, envases, cubiertas… En fin, nos han asaltado y hoy nos ponen en peligro de supervivencia por su nociva acción al medioambiente.

El problema es más añejo y de forma creciente ha llegado hasta nuestros días. Desde su invención a inicios del siglo XX, y con más fuerza desde la generalización de su uso tras la Segunda Guerra Mundial, se han hecho cada vez más importantes e indispensables en nuestra vida.
La campaña, desde su origen, busca concienciar a nivel mundial sobre los efectos nocivos de los residuos plásticos en los ecosistemas, la vida silvestre y la salud humana. Su celebración también funciona como un recordatorio de la fragilidad de nuestro ecosistema y la necesidad de acciones concretas para mitigar el cambio climático, conservar la biodiversidad y promover prácticas sostenibles.
En años recientes, diversos estudios revelan que los microplásticos, es decir, partículas que miden desde menos de 5 mm hasta el nivel nanométrico, integradas intencionalmente en mucho de lo que usamos, pero también fragmentos de objetos plásticos que se van descomponiendo en partes cada vez más pequeñas cuando son desechados al entorno, están en el aire que respiramos y en las aguas, en las comidas, tanto naturales como industriales, en las aves que que cohabitan, en los peces, en fin, en todas partes, hasta forman parte de los tejidos humanos.

Ya casi no quedan organismos internacionales, científicos, ambientalistas que no hayan hecho alertas. Según datos del Pnuma, la exposición a los también puede afectar potencialmente la fertilidad y la actividad hormonal, metabólica y neurológica. La quema abierta de plásticos contribuye a la contaminación del aire.
Se ha dicho que hacia 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción, uso y eliminación de plásticos supondrían el 15% de las emisiones permitidas, según el objetivo de limitar el calentamiento global a +1.5 °C respecto a los niveles preindustriales (1850-1900).
Según datos de la ONU que acompañan la campaña en la edición 2025 de esta importante fecha, el lema se alza preciso: #SinContaminaciónPlástica, por una vez pongamos por delante la cordura para asegurar la supervivencia de nuestra especie con una más adecuada salud de nuestro planeta.


Por Redacción Web
Fotos Jaime Prendes

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