julio 27, 2024 ¿Quienes somos?

¡DEPENDE DE TI!

Un espejo es suficiente para ubicarse delante de síi mismo y llamarse a la reflexión. Hay ocasiones en que la vida y sus vericuetos llevan a las personas desde edades muy tempranas a agarrar el cigarro como medio de desahogo de “sus problemas”, ya sean emocionales, laborales, convivencia de pareja, o simplemente cuando ocurre en edades tempranas, tratar de parecerse a los mayores, atraer a las muchachas y ubicarse en el grupo de los “reconocidos”, como le ha sucedido a varios amigos.

Generalmente ocurre sobre los 11 años, según estudios muy serios realizados en Cuba y en otros centros de investigación de Salud, que pretenden conocer al detalle las causas y manifestaciones del auge del tabaquismo en la población, sobre todo los jóvenes, para desarrollar acciones que reduzcan esta adicción.

Adicción, sí, porque la mayoría de los fumadores no reconocen que son adictos, como también son dependientes los alcohólicos, drogadictos, consumidores de medicamentos; solo tienen que darse cuenta de que están atrapados de tal manera que la mayoría de las veces no pueden escapar por sí solos.

Una afección de la salud relacionada con los sistemas cardiovascular y respiratorio, despierta las antenas alertas y lo que en otros momentos no se había logrado, en estas circunstancias se puede alcanzar. El consejo oportuno no se hizo esperar y nuestro amigo se detuvo frente al espejo como el otro él, y parece que le dio resultado.

Ese entrañable compañero nos refiere que desde los 11 años comenzó a fumar por algunos de los motivos antes descritos y cuando apenas llegaba a los 30, el oxígeno le comenzó a faltar, la circulación a darle síntomas negativos, la presión arterial desde los 14 años ya le daba qué hacer y entonces… Hacía ingentes esfuerzos personales y ¡No podía dejar de fumar! ¡Vaya adicción!

Pasó el tiempo y llegó a los 50, y una angioplastia en la arteria Ilíaca derecha, fue la solución paliativa a los problemas confrontados con la locomoción, entonces, volvió a recurrir al espejo, ese que siempre lo machacaba con la frase ¡Decídete! ¡Decídete! ¡Decídete!.... ¡Y decidíó! Solo faltaba que interiorizara su responsabilidad personal en la solución del problema, que evaluara el costo-beneficio que significaba abandonar el tabaco de una vez y por todas;  la  le demostró que ante cada situación se impone la fuerza de voluntad para vencer las dificultades y seguir.

También tuvimos otro amigo-hermano, de esos que se quieren como si nos circulara la misma sangre, siempre enfermo, sin aire… Fuma que te fuma, uno detrás del otro. Lo incitábamos a dejarlo, Juan, que fue el primer amigo del que hablamos, le demostró que se podía, lo incitamos muchas veces a que se llenara de valor por su propia vida, pero nada... No tuvo la voluntad necesaria y ya no está entre nosotros.

La salud es lo más preciado del ser humano, por ella podemos disfrutar las bondades de la vida y aportar con nuestra acción cotidiana a los compromisos familiares y sociales. El ejercicio físico, la salud ambiental y la calidad de vida amparada por un sistema de salud excepcional como el nuestro, paradigma para el mundo, son suficientes para sentirnos orgullosos y hacer cada día un poquitín más por nosotros mismos y por los demás.

Hoy, 31 de Mayo, Día Mundial sin tabaco, proclamado por la Organización Mundial de la Salud desde 1989, y que este 2024 lo acompaña el lema: “Proteger a los jóvenes de la injerencia de la industria tabacalera”. La mayor contribución que podemos hacer es precisamente invitar a los fumadores a dejar de fumar,  a pararse frente al espejo, valorar con altruismo las bondades de la vida, llenarse de la fuerza de voluntad necesaria…¡Y decidir!

Un día sin tabaco


Por Redacción Web
Fotos tomadas de la Red

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