abril 20, 2024 ¿Quienes somos?

Día Mundial de la Disfagia

El 12 de diciembre es el Día Mundial de la Disfagia, un trastorno de la deglución y la alimentación que afecta a miles de personas en el mundo, y que tiene graves consecuencias en la capacidad de nutrición e hidratación, el estado general de salud y la calidad de vida de las personas que la sufren.

El objetivo esencial de esta fecha es dar a conocer este trastorno que consiste en dificultad para tragar la comida y las sustancias líquidas de manera natural y que por lo tanto, necesita de la atención inmediata de un especialista.

La dificultad en la deglución de los alimentos e inclusive de ingerir sustancias líquidas viene acompañada de una serie de sintomatologías como dolor al tragar los alimentos, problemas respiratorios y lo más grave aún, presencia de desnutrición.

Tampoco se pueden dejar de lado los trastornos emocionales que sufre el paciente, que lo llevan al aislamiento y problemas de sociabilización.

La disfagia puede deberse a diversas causas, una de ellas, es la llamada acalasia, la cual provoca que el esfínter no logre relajarse y no deja que los alimentos lleguen al estómago y que, en su lugar, suban de nuevo a la garganta.
Otro de los motivos que desencadenan el problema es cuando el esófago, por falta de coordinación, se contrae varias veces de manera involuntaria.

La disfagia puede ser un padecimiento que se observa con más frecuencia en personas mayores y esto es debido a una deglución de los alimentos demasiados grandes que no pueden pasar directamente al estómago y quedan atrapados en la región del esófago o la garganta.

Algunos síntomas asociados a esta patología pueden ser molestia o dolor al momento de ingerir los alimentos, una sensación de que los alimentos no bajan hacia la zona del esófago y quedan atapados en la garganta y en el pecho, la presencia de voz ronca, puede presentar regurgitación, que es el retorno de los alimentos a la cavidad bucal, tos y pérdida de peso repentinamente

Muchas de las enfermedades que padecen las personas en la actualidad están asociadas a los hábitos de vida y la disfagia no escapa de esta realidad. Por ello, una vez que se ha llegado al diagnóstico, se debe comenzar por cambiar la dieta, hacer ejercicios y evitar continuar con rutinas como fumar, consumir alcohol o cualquier tipo de sustancias tóxicas para el organismo que agraven el problema.

Es fundamental que la persona esté atenta a los cuidados, rutinas y comportamientos habituales que deben estar presentes a la hora de realizar cada ingesta como por ejemplo, masticar los alimentos lentamente, no hablar durante el tiempo que se esté realizando la deglución y que no existan elementos persuasivos en el ambiente.

Por último, en el caso de pacientes con padecimientos más crónicos y donde exista la presencia de otras patologías, un diagnóstico temprano, será fundamental para la pronta recuperación y que esto, a su vez, contribuya a brindarles una vida mucho más plena y feliz.


Por: Sergio Rivero

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