julio 27, 2024 ¿Quienes somos?

Día Mundial de los pastos marinos

El 1 de marzo se conmemora el Día Mundial de los Pastos Marinos, uno de los ecosistemas más importantes del planeta debido a que capturan unas 83 millones de toneladas métricas anuales de dióxido de carbono, almacenándolo en sus sedimentos de manera permanente.

Los pastos marinos son plantas acuáticas que se adaptan al lecho marino, ubicadas en zonas de cierta profundidad en mares y océanos. Conforman extensas áreas de una sola especie, denominadas praderas monoespecíficas, o de varias especies conocidas como praderas mixtas.

Las principales ventajas y beneficios que brindan los pastos marinos son los siguientes:

  • Es la principal fuente de alimento y hábitat de las poblaciones de peces y otras formas de vida marina, en mares y océanos.
  • Las praderas submarinas son uno de los hábitats costeros con mayor cobertura en la Tierra, con una extensión superior a los 300.000 km2, abarcando a unos 159 países.
  • Contribuyen a debilitar las marejadas ciclónicas.
  • Purifican el agua.
  • Son ecosistemas biológicamente ricos y productivos, que constituyen hábitats de cría a más de 20% de las pesquerías más grandes del mundo.
  • Filtran agentes patógenos, bacterias y contaminantes.
  • Albergan especies en peligro de extinción, tales como los caballitos de mar y las tortugas marinas.
  • Ayudan a reducir la erosión costera.
  • Son denominados como pulmones del océano, debido a que un metro cuadrado de pasto marino puede generar unos 10 litros de oxígeno diarios.

Se estima que anualmente se pierde el 7% de estos hábitats. Desde finales del siglo XIX se ha perdido prácticamente el 30% del área de praderas marinas conocidas en todo el mundo.

Urge ponerse en alerta porque los pastos marinos están siendo amenazados por prácticas humanas nocivas, siendo de vital importancia la ejecución de acciones que contribuyan a su cuidado de la acción de la pesca, la navegación irregular e ilegal, así como de la escorrentía urbana, industrial y agrícola de los desechos.


Texto: Sergio Rivero

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